Israel ha indicado a Estados Unidos que su objetivo es atacar instalaciones militares de Irán y no emplazamientos petrolíferos ni nucleares, según informa 'The Washington Post'.
La respuesta del país hebreo seguramente se producirá antes de las elecciones presidenciales en EEUU, que se celebrarán el 5 de noviembre, pero no busca interferir en el resultado de los comicios.
El ataque planeado responderá al lanzamiento de 180 misiles por parte de Irán contra Israel el 1 de octubre, en represalia por el ataque aéreo israelí que mató al líder de la milicia libanesa Hezbolá, Hasán Nasrallá, el pasado 27 de septiembre.
“Escuchamos la opinión de Estados Unidos, pero tomaremos nuestras decisiones finales en función de nuestros intereses nacionales”, ha señalado la oficina de prensa de Benjamin Netanyahu en un comunicado.
El objetivo de Washington es que la respuesta israelí no inflame aún más la tensión entre ambos países, que se ha elevado de manera ostensible en el último año, desde los ataques de Hamás a Israel del pasado 7 de octubre de 2023.
Sin embargo, debido a que el último ataque de Irán fue más sofisticado, el Gobierno hebreo lanzará un ataque más contundente y que cause más daño que el lanzado el pasado mes de abril, cuando sus misiles alcanzaron una base militar iraní.
El peligro de esta escalada es que se cometa un error estratégico por parte de alguna parte, que finalmente produzca una escalada bélica sin control en Oriente Medio.
En cualquier caso, la postura de Netanyahu parece haberse suavizado, ya que Israel depende en gran medida del apoyo militar estadounidense para seguir desplegando su ofensiva sobre Líbano.
