Tras la fuga de película protagonizada la semana pasada, de Japón al Líbano, el ex jefe de Nissan, Carlos Ghosn, se defendió públicamente el miércoles, por primera vez desde su arresto en noviembre de 2018, contra acusaciones de mala conducta financiera y uso indebido de recursos corporativos.
Ghosn negó rotundamente todos los cargos en su contra y defendió su decisión de convertirse en un fugitivo internacional al huir del país nipón como una necesidad para recibir un juicio justo y "escapar de la injusticia".
"Quiero poder hablar, quiero poder defenderme", dijo Ghosn en declaraciones a la 'CNBC' después de una conferencia de prensa de más de dos horas en Líbano. "Quiero un sistema de justicia donde el ataque y la defensa tengan los mismos derechos, y sea equilibrado y permita que la verdad suceda. Estaba en el sistema donde no se trata de la verdad, se trata de ganar. Se trata de la confesión ".
Con respecto a su escape de Japón, Ghosn se negó a proporcionar detalles, diciendo que no quería que nadie que lo ayudara en problemas. Según los informes, el plan incluía una antigua boina verde del ejército de EEUU y el ex ejecutivo escondido en una caja de equipo de música.