Los ministros de Finanzas y los gobernadores de los bancos centrales del G7 han reafirmado el "apoyo inquebrantable" a Ucrania y su condena de la agresión de Rusia, que este viernes cumple su primer aniversario, señalando que el conflicto ha agravado los desafíos económicos mundiales, incluido el fuerte aumento de las presiones inflacionarias y de la inseguridad energética y alimentaria.
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Los representantes económicos del G7, reunidos en Bangalore (India) y acompañados por el ministro de Finanzas de Ucrania, Sergii Marchenko, así como por los presidentes del Fondo Monetario Internacional (FMI), el Grupo del Banco Mundial, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la Junta de Estabilidad Financiera, han defendido la eficacia de las sanciones impuestas a Rusia y advertido de que tomarán medidas adicionales según sea necesario.
"La prolongada guerra de agresión de Rusia ha exacerbado los desafíos económicos mundiales, incluso al aumentar las presiones inflacionarias, interrumpir aún más las cadenas de suministro y aumentar la inseguridad energética y alimentaria", han señalado en un comunicado.
De este modo, además de estas consecuencias negativas de la guerra, han advertido de la necesidad de permanecer atentos a más riesgos a la baja, incluidas las presiones inflacionarias, las amenazas para la estabilidad financiera y las salidas de capital, especialmente en los países en desarrollo, en medio de unas cambiantes condiciones financieras mundiales y posibles crisis de deuda.
"Nos mantendremos ágiles y flexibles en nuestra política macroeconómica, al tiempo que garantizamos la sostenibilidad fiscal y preservamos la estabilidad financiera", han subrayado.
En este sentido, han defendido que la política fiscal debe seguir brindando el apoyo necesario, en particular a los grupos vulnerables, de manera temporal y específica, y catalizar la inversión necesaria para las transiciones ecológica y digital.
"Los bancos centrales siguen firmemente comprometidos con el logro de la estabilidad de precios, de acuerdo con sus respectivos mandatos, y comunicarán claramente las posiciones políticas para ayudar a limitar los efectos de contagio negativos entre países", han añadido.
Para 2023, en función de las necesidades del Gobierno de Ucrania, el grupo ha incrementado su compromiso de apoyo presupuestario y económico a 39.000 millones de dólares (36.660 millones de euros), además del apoyo militar y de entrenamiento a las fuerzas ucranianas, ayuda humanitaria y cooperación para el desarrollo.
Por otro lado, los representantes del G7 han reiterado su firme apoyo a la colaboración del FMI con Ucrania y han instado a las partes a que presenten un programa creíble, ambicioso, totalmente financiado y adecuadamente condicionado para finales de marzo de 2023.
Asimismo, han expresado su compromiso compartido con las medidas económicas coordinadas en respuesta a la agresión de Rusia, señalando que las sanciones "han socavado significativamente la capacidad de Rusia para librar su guerra ilegal".
En este sentido, los países del G7 continuarán monitoreando de cerca la efectividad de dichas sanciones y han advertido de que adoptarán "medidas adicionales según sea necesario", mientras que seguirán colaborando para hacerlas cumplir y evitar cualquier intento de evadirlas, para lo que han reiterado su llamamiento a que otros países se unan a estas sanciones contra Rusia.
