El título III de la controvertida Ley Helms-Burton (instaurada en el 96 para frenar inversiones en Cuba) ha sido reactivado por el gobierno Trump este mes de mayo, y con ello, Exxon Mobil ya es una de las primeras empresas estadounidenses en denunciar a sociedades caribeñas.
En concreto, Exxon, una de las mayores petroleras de los Estados Unidos, exige a Unión Cuba-Petróleo y Cimex una indemnización compensatoria de 71,6 millones de dólares con un tipo de interés al 6% anual... desde 1960.
Cuba-Petroleo (CUPET) es la empresa encargada de controlar el sector energético en la isla, mientras que CIMEX es un grupo empresarial público que opera tiendas, cafeterías y centros comerciales.
Exxon es la tercera persona (esta jurídica) que aprovecha el título III de la controvertida ley, que Trump anunció que volvería el pasado mes de abril. Las dos primeras personas en hacer uso de esta normativa fueron dos estadounidenses de origen cubano que presentaron demandas contra la compañía de cruceros Carnival.
El título III de esta legislación permite a todos los ciudadanos estadounidenses que vieron confiscadas sus propiedades en Cuba tras la revolución de Fidel Castro puedan reclamar en la justicia americana compensaciones y daños y perjuicios.