"Rechazamos cualquier ultimátum". Así han respondido los europeos al envite que Irán lanzó este miércoles a los firmantes del acuerdo nuclear (el Plan Integral de Acción Conjunta, PIAC). Lo ha hecho en una declaración conjunta firmada por los ministros de Exteriores de los países europeos firmantes (Francia, Alemania y Reino Unido) en la que además se comprometen a evaluar el cumplimiento iraní de los acuerdos.
Sin embargo, según ha recogido la CNBC, lo que en esencia está diciendo la Unión Europea es que serán los inspectores los que determinarán cómo de lejos está yendo irán en sus incumplimientos. Y llevará tiempo, ya que no se sabrá nada de las actividades nucleares de Irán hasta que se publique el próximo análisis trimestral de la Agencia Internacional de la Energía Atómica.
En cualquier caso, de este modo responden los gobiernos europeos después de que Hassan Rohani anunciara, mediante un discurso televisado, que si bien Irán no abandona el PIAC, sí suspendería algunos de sus compromisos después de que Estados Unidos cesase de estar presente en el acuerdo por una decisión de Trump. Entre estos compromisos que Irán quiere eludir está el límite impuesto a sus reservas de uranio (cuando se alcanzaba un acumulado de producción de 300 kilos, se debía vender a dos países) y de agua pesada.
En el discurso, Rohani también arrojaba el balón al resto de los socios firmantes (los tres europeos, China y Rusia): daba a estos países 60 días para seguir el camino marcado por la administración Trump o desoír sus sanciones y restablecer la compra-venta de petróleo con Irán. "El camino que hemos escogido hoy no es el de la guerra, sino el de la diplomacia", aseguró.
Si Europa no hace oídos sordos a las sanciones con las que le amenaza EEUU, Irán volverá a construir su reactor nuclear, proyecto que cerró en 2015 como parte del pacto nuclear firmado con Washington. Por su parte, desde EEUU afirman que "se aproxima una escalada de la tensión" entre ambos países durante los próximos días.