- Las instalaciones bajo su control producen entre 34.000 y 40.000 barriles al día
- Los rebeldes sirios recurren a este petróleo para abastecerse
Estado Islámico ha conseguido imponerse en un área que se encuentra a caballo entre Siria e Irak. En estos territorios, en los que impera la interpretación del Islam que impone el autoproclamado califa Abu Bakr al Baghdadi, se encuentran algunas de las reservas de petróleo más importantes de la región.
Se trata principalmente de nueve factorías capaces de producir entre 34.000 y 40.000 barriles de crudo al día y que se venden a un precio que oscila entre los 20 y los 45 dólares, lo que supone unos ingresos diarios para la organización terrorista de cerca de 1,5 millones de dólares, según ha informado BBC.
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Este dinero permite a los secuaces de Al Baghdadi financiar toda su estructura y mantener el pulso a las potencias internacionales que han emprendido operaciones militares en las zonas controladas por Estado Islámico con el fin de acabar con las atrocidades cometidas por la organización terrorista.
VENTA DE CRUDO A LOS REBELDES SIRIOS
Este crudo, que se vende de manera ilegal, llega incluso a los depósitos de los combatientes rebeldes sirios
Este crudo, que se vende de manera ilegal, llega incluso a los depósitos de los combatientes rebeldes sirios que luchan contra Bashar al Asad y, por contradictorio que parezca, contra quienes les venden el combustible: Estado Islámico.
La organización terrorista planeó la ocupación de las factorías mientras avanzaba a través de los territorios de Irak y Siria. De hecho, los milicianos desembarcaron en las refinerías acompañados de profesionales cualificados que se pusieron manos a la obra según entraron en las instalaciones.
El comercio de este crudo es uno de los pilares en los que se sostiene Estado Islámico, que necesita ingresos para consolidar el modelo de Estado que impone en las regiones bajo su control. Este hecho ha provocado que las operaciones militares, tanto de la coalición internacional liderada por Estados Unidos como los recientes ataques realizados por Rusia, hayan puesto el punto de mira en este aspecto.
PETRÓLEO PRESENTE EN TODAS PARTES
Además, este petróleo se emplea en todos los aspectos de la vida cotidiana en los territorios controlados por Estado Islámico, ya que está presente tanto en la actividad industrial que no ha sucumbido ante los estragos de la guerra y en el día a día de los ciudadanos que habitan en estas regiones.
Sin embargo, las fuerzas militares internacionales se encuentran ante del dilema de cómo detener la producción de petróleo sin destruir unas instalaciones que son clave en el desarrollo económico de Siria después del conflicto que estalló en 2011 y de las que depende el futuro de millones de personas.
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