- El seísmo ha magnificado la falta de transparencia y la influencia del sistema de castas
- Tras las primeras labores, la incógnita es si el país podrá afrontar la reconstrucción

El terremoto que sacudió Nepal el pasado sábado ha provocado daños que tardarán años en repararse. El último balance oficial de víctimas ha dejado más de 5.000 muertos y casi 11.000 heridos, a los que se suman en torno a medio millón de desplazados. En estos momentos, la prioridad es atender las necesidades más básicas, pero esta ayuda no está llegando a todos los que la necesitan por la corrupción y el sistema de castas del país.