Lo ha avisado el mismo presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell: el coronavirus presenta una seria amenaza al crecimiento, en especial de China, pero también global. Aún así, la Casa Blanca no se plantea reducir los aranceles a las exportaciones chinas, según ha expresado el asesor comercial de la administración de Donald Trump, Peter Navarro.
“Es una idea que perjudica aún más esta crisis”, ha dicho Navarro a CNBC, ante la amenaza del brote de virus respiratorio sobre la economía del país asiático. El presidente de la Fed, por su parte, dijo este miércoles que "claramente habrá implicaciones, al menos en el corto plazo, para la producción china; y supongo que para algunos de sus vecinos más cercanos. Habrá que ver cuál es el efecto del coronavirus a nivel mundial". El banquero central reconoció que "si la economía china se desacelera, todos lo notaremos porque es muy importante para la economía global".
Las informaciones que llegan del continente hablan del cierre de empresas que se ven forzadas a parar su actividad, mientras las aerolíneas del mundo suspenden sus vuelos con China. El brote de este virus respiratorio ha dejado más de 170 muertos en China, mientras los afectados superan los 7.700 y ya son más que durante el brote del SARS de 2002 y 2003.