El presidente de China, Xi Jinping, y el presidente de Rusia, Vladimir Putin, se verán las caras en los próximos días en la cumbre de la Organización de la Cooperación de Shanghái (OCS) que se celebrará esta semana entre el 15 y el 16 de septiembre en Uzbekistán. Será la primera salida de Xi desde el comienzo de la pandemia de Covid-19 y la primera reunión entre mandatarios tras la invasión de Ucrania, cuyo objetivo es el de dirigir el orden mundial “en una dirección más justa y razonable”.
Así lo ha afirmado Yang Jiechi, director de la Comisión de Asuntos Exteriores del Gobierno chino, al tiempo que ha destacado que “la relación entre los dos países siempre ha ido por el buen camino”. “Ambas partes se apoyan firmemente en cuestiones relacionadas con sus intereses fundamentales”, ha indicado Jiechi en unas declaraciones traducidas por ‘Bloomberg’.
Según el dignatario asiático, la parte china está “dispuesta a trabajar con la parte rusa para implementar continuamente la cooperación estratégica de alto nivel entre los dos países, salvaguardar los intereses comunes y promover el desarrollo del orden internacional en una dirección más justa y razonable”.
Fuentes de ‘Reuters’ señalan que la reunión dará a Xi la oportunidad de poner de manifiesto su influencia, mientras que Putin estaría interesado en demostrar la preferencia de Rusia por Asia. Lo que parece estar claro, según estas fuentes, es que ambos líderes mostrarán su oposición a Estados Unidos en un contexto en el que Occidente no parece estar dispuesto a aflojar las sanciones contra Rusia por la invasión de Ucrania.
"En mi opinión, todo gira en torno a Xi: quiere demostrar cuánta confianza tiene en sí mismo a nivel interno y ser visto como el líder internacional de las naciones opuestas a la hegemonía occidental", ha indicado George Magnus, autor de "Red Flags", un libro sobre los desafíos de Xi, a ‘Reuters’. Según Magnus, “Xi estará ansioso por saber cómo va la guerra de Putin y, de hecho, si Putin o Rusia están en peligro en algún momento en el futuro próximo, porque China todavía necesita un liderazgo antioccidental en Moscú”.
Cabe destacar que, pese a que China ha intentado mostrarse como parte neutral en el conflicto de Ucrania, Pekín no ha condenado la ofensiva de Rusia y ha aliviado la situación de Moscú tras las sanciones impuestas por Occidente. Según ‘Bloomberg’, durante el segundo trimestre de 2022, el 81% de las nuevas importaciones de coches de Rusia fueron chinas, y Xiaomi fue el fabricante de smartphones más vendido en Rusia.