crisiscbbolsa11

Nomura ha actualizado los resultados de su indicador 'Damocles', que evalúa el riesgo de crisis cambiarias para 31 economías de mercados emergentes en base a los últimos datos disponibles, y las últimas cifras indican que el peligro es especialmente alto en Turquía, República Checa, Sri Lanka y Rumanía de cara a los próximos 12 meses.

La firma establece dos caminos que conducen a la crisis cambiaria. El primer escenario contempla que la moneda local se deprecie frente al dólar estadounidense en más de cuatro desviaciones estándar de su media muestral, con una caída mínima del 5% en la comparativa mensual. La otra senda establece una depreciación mensual superior al 10% en relación al valor del dólar.

Nomura recuerda que, entre 2022 y 2023, "tanto la rupia de Sri Lanka como la lira turca ya han experimentado crisis cambiarias", y además Sri Lanka obtuvo en marzo de este año el apoyo financiero del FMI en forma de un servicio de fondo ampliado.

"Sin embargo, 'Damocles' está indicando que ninguno de estos dos países están fuera de peligro, dados sus fundamentos económicos aún débiles, incluida la baja adecuación de la reserva de divisas, mientras que en el caso de Turquía, la inflación galopante está erosionando rápidamente las nuevas ganancias competitivas de exportación de una moneda ya fuertemente devaluada", manifiesta.

Además, destaca que "Hungría y Brasil tienen puntajes que están cerca del umbral", mientras que en el otro extremo del espectro, India, Indonesia, Corea del Sur, Israel, Taiwán, Bulgaria, Polonia y Tailandia mantienen un riesgo "muy bajo" de una crisis cambiaria.

CAMBIOS DESDE EL ÚLTIMO INFORME

Nomura elaboró su último indicador 'Damocles' en noviembre de 2022 y, desde esa fecha, México y Rusia son los países en los que más ha aumentado el riesgo de crisis cambiaria en los próximos 12 meses, debido al "incumplimiento del umbral en el indicador de tipo de interés real de mercado a corto plazo".

También ha señalado un incremento del riesgo en Perú y Filipinas, "impulsado por el indicador conjunto de cuenta corriente y tipo de cambio efectivo real".

Mientras, entre los países que presentan una situación más solida que en noviembre se encuentran Egipto, Pakistán y Polonia, donde la mejora "se puede atribuir a la cobertura de importaciones".

SITUACIÓN GENERAL DE LOS MERCADOS EMERGENTES

En líneas generales, Nomura asegura que "el riesgo cambiario general de los mercados emergentes sigue siendo alto", ya que la puntuación conjunta del indicador 'Damocles' para 31 países emergentes "sigue siendo bastante alta según los estándares históricos", si bien ha experimentado una ligera contracción desde noviembre del año pasado.

Además, considera este riesgo conjunto como "una señal de advertencia ominosa de las vulnerabilidades latentes en los mercados emergentes que se han acumulado durante la pandemia, la guerra entre Rusia y Ucrania, el aumento de la inflación mundial y el subsiguiente ciclo global agresivo de aumento de tasas y un dólar fuerte".

"Nuestra evaluación es que el trío de choques (la pandemia, la guerra y la alta inflación) amplió la disparidad de los fundamentos económicos en los mercados emergentes. Es decir, algunos países tienen fundamentos sostenidos bastante saludables pero, en otros, ha habido un marcado deterioro de las finanzas fiscales, junto con crecientes déficits por cuenta corriente, insuficiente cobertura de reservas de divisas y un tipo de interés real (ajustado por inflación) profundamente negativo", destacan.

Sin embargo, alertan de que la situación de cada país puede cambiar rápidamente, puesto que "la revalorización de las primas de riesgo de los mercados emergentes puede ser muy repentina y autocumplida", un proceso que suele pasar desapercibido para los inversores, quienes perciben esta dinámica "de una manera binaria de 'encendido o apagado'".

"En este ciclo mundial de aumento de las tasas de interés, muchos bancos centrales de mercados emergentes aumentaron los tipos de interés antes - y mucho más - que la Reserva Federal. Varios países en América Latina y en Europa del Este, Oriente Medio y África ahora tienen tipos de interés de dos dígitos, que han atraído fuertes entradas de capital. Pero, ¿son estos tipos de interés suficientemente altos para compensar a los inversores por las primas de riesgo percibidas?", reflexionan.

En ese sentido, subrayan que "Chile y Brasil ya han comenzado el ciclo de reducción de tipos de los mercados emergentes", lo que puede hacer que los inversores se vuelvan "más discriminatorios al identificar los riesgos de los mercados emergentes, especialmente si aumenta la aversión al riesgo global y el crecimiento continúa debilitándose".

"Vemos dos vulnerabilidades macro para los países emergentes que aún no se han reflejado completamente en los datos. Uno es el riesgo creciente de una 'doble caída' de China, ya que su recuperación económica posterior al Covid se tambalea sobre el desapalancamiento de la deuda y una crisis de confianza en el sector inmobiliario, hundiendo las exportaciones y una respuesta política demasiado débil. Los mercados emergentes industriales pesados ​​e intensivos en materias primas están más expuestos a un revés de China que los mercados desarrollados", argumentan.

La otra vulnerabilidad que identifica Nomura "es un aumento continuo en los precios de las materias primas, que contrasta extrañamente con una desaceleración de China, pero con una confluencia de interrupciones del lado de la oferta, que están golpeando simultáneamente".

Noticias relacionadas

contador