El Gobierno de Rusia ha llamado a consultas a su embajador en Estados Unidos para analizar el futuro de las relaciones bilaterales, horas después de que la Inteligencia norteamericana señalará de nuevo a Moscú por presuntas injerencias electorales y de que el presidente, Joe Biden, describiese a su homólogo ruso, Vladimir Putin, como un "asesino".
La portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, Maria Zajarova, ha confirmado en un comunicado que el embajador Anatoli Antonov viajará próximamente a Moscú para "analizar cómo y hacia dónde se debe avanzar en las relaciones con Estados Unidos", según la agencia de noticias oficial Sputnik.
Horas después, la misión diplomática en Washington ha confirmado a través de un comunicado que será el próximo día 20 cuando Antonov viajará a Moscú, donde se reunirá con la cartera de Exteriores y "otros entes" para "debatir las vías para normalizar las relaciones ruso-estadounidenses que están en una crisis".
Según la Embajada, "ciertas declaraciones que dirigentes estadounidenses hacen sin pensar incluso ponen en riesgo de destrucción las relaciones de ya excesiva confrontación" entre ambos países, mientras que ha señalado que Washington tiene una política "poco constructiva" respecto a Rusia, que ha llevado "a la interacción bilateral a un callejón sin salida en los últimos años".
La llamada a consultas de Antonov coincide con una nueva escalada de la tensión política, después de que el martes la Inteligencia estadounidense identificase a Rusia entre los países que supuestamente intentaron interferir en las elecciones de noviembre de 2020, en las que terminó imponiéndose Biden.
El propio Biden, sin embargo, se ha ceñido a la tesis de sus agencias de Inteligencia y en una entrevista con la cadena ABC ha señalado que Putin "pagará el precio" de la supuesta injerencia. El inquilino de la Casa Blanca ha ido más allá incluso y al ser preguntado sobre si Putin es un "asesino", ha dicho creer que "no tiene alma" y ha asentido: "sí, lo creo".