El conflicto que se ha desatado en Israel tras el ataque de Hamás, y la posterior respuesta del país, deja ya un saldo de más de 1.300 muertos.
En concreto, combatientes del grupo islamista Hamás mataron este sábado a 800 israelís, entre ellos niños, en sus ataques a diversas ciudades. Se trata de la incursión más mortífera en territorio israelí desde los ataques de Egipto y Siria en la guerra de Yom Kippur hace 50 años. De hecho, el portavoz militar Daniel Hagari la llamó "la peor masacre de civiles inocentes en la historia de Israel".
En respuesta, el domingo Israel lanzó diversos ataques aéreos que alcanzaron bloques de viviendas, túneles, una mezquita y viviendas de funcionarios de Hamás en Gaza, matando a más de 400 personas. En concreto, según el Ministerio de Salud palestino, 493 personas, incluidos 78 niños, han muerto y otras 2.700 resultaron heridas. Se cumplía así la promesa de una "poderosa venganza" que había lanzado el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ante el ataque de Hamás.
"El precio que pagará la Franja de Gaza será muy alto y cambiará la realidad durante generaciones", dijo por su parte el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, en la ciudad de Ofakim, que sufrió bajas y donde Hamás tomó rehenes.
Israel está dispuesto a ir con todo, y así lo atestigua el hecho de que haya convocado a unos 100.000 soldados. Así lo anunció el portavoz militar israelí, el teniente coronel Jonathan Conricus: "Nuestro trabajo es asegurarnos de que al final de esta guerra, Hamás ya no tendrá ninguna capacidad militar para amenazar a los civiles israelíes, y además de eso también debemos asegurarnos de que Hamás no gobierne la Franja de Gaza", afirmó.
Por su parte, Hamás ha amenazado a Israel con ejecutar a los rehenes israelíes civiles si continúan los bombardeos sin avisar.
Pero en Palestina no lo ven con los mismos ojos. "Como potencia ocupante, Israel no tiene ningún derecho ni justificación para atacar a la población civil indefensa en Gaza o en cualquier otro lugar de Palestina", dijo el Ministerio de Asuntos Exteriores palestino, denunciando una "campaña bárbara de muerte y destrucción" tras el ataque israelí.
En medio de esta situación, ya ha habido llamadas a la moderación. Una de ellas, la de China, que ha reclamado "poner fin a las hostilidades". "Pedimos a las partes pertinentes que mantengan la calma, ejerzan moderación y pongan fin de inmediato a las hostilidades para proteger a los civiles y evitar un mayor deterioro de la situación", apuntó el Ministerio de Asuntos Exteriores de China en un comunicado el domingo ante la "escalada de tensiones y violencia entre Palestina e Israel".
Para el gigante asiático, "la salida fundamental del conflicto reside en implementar la solución de dos Estados y establecer un Estado de Palestina independiente", remarcó el Ministerio de Asuntos Exteriores chino.
EEUU, sin embargo, ha mostrado un férreo apoyo a Israel. De hecho, el presidente estadounidense, Joe Biden, ha expresado a través de X (la antigua Twitter) mensajes de apoyo a Nentayahu y los suyos. El demócrata ha dado su "pleno apoyo al pueblo de Israel frente a un ataque atroz y sin precedentes por parte de los terroristas de Hamás". Estados Unidos ya ha mandado varios buques al Mediterráneo oriental y ha anunciado que enviará más munición y armas a Israel.
En unas declaraciones recogidas por 'Reuters', el propio Netanyahu ha afirmado que la respuesta de Israel a los ataques de Hamás va a "cambiar Oriente Medio".
La ONU, por su parte, ha pedido la creación de corredores humanitarios para llevar alimentos a Gaza. Según sus cálculos, al menos 70.000 palestinos en Gaza están buscando refugio.
Por su parte, a pesar de que la Unión Europea hubiese decidido "suspender todos los pagos" relacionados con la ayuda humanitaria a Palestina, tal y como comunicó el comisario europeo de Ampliación y Vecindad, Oliver Varhelyi, el comisario de Gestión de Crisis, Janez Lenarcic, ha afirmado en su perfil de X que sí se mantendrán estos pagos.
Ante esta situación, la Comisión Europea ha anunciado que "pondrá en marcha una revisión urgente de la ayuda de la UE a Palestina" para "garantizar que ninguna financiación de la UE permita indirectamente a ninguna organización terrorista llevar a cabo ataques contra Israel". Esta revisión "no se refiere a la asistencia humanitaria proporcionada en el marco de las Operaciones Europeas de Protección Civil y Ayuda Humanitaria", destaca el ejecutivo comunitario.