Arranca la cumbre del G7 en Cornualles, donde se espera que el presidente de EEUU, Joe Biden, y los líderes del grupo de las principales potencias respalden públicamente el viernes un impuesto de sociedades mínimo global de al menos el 15%, una pieza de un acuerdo más amplio para actualizar las leyes fiscales internacionales para una economía globalizada y digital.
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Johnson y Biden anuncian una donación de 600 millones de vacunas contra el CovidLos líderes también anunciarán un plan para sustituir los impuestos sobre los servicios digitales, que se dirigen a las mayores empresas tecnológicas estadounidenses, por un nuevo plan fiscal vinculado a los lugares en los que las multinacionales hacen realmente negocios, en lugar de donde tienen su sede.
Para el gobierno de Biden, el plan del Impuesto Mínimo Global representa un paso concreto hacia su objetivo de crear lo que llama una "política exterior para la clase media". Esta estrategia pretende garantizar que la globalización y el comercio se aprovechen en beneficio de los trabajadores estadounidenses, y no sólo de los multimillonarios y las empresas multinacionales.
Para el resto del mundo, este gravamen pretende poner fin a la carrera armamentística de recortes fiscales que ha llevado a algunos países a rebajar sus impuestos de sociedades mucho más que otros, con el fin de atraer a las empresas multinacionales.
Si se aprueba ampliamente, el impuesto pondría fin a la práctica de las empresas mundiales que buscan jurisdicciones de baja tributación, como Irlanda y las Islas Vírgenes Británicas, para trasladar sus sedes, aunque sus clientes, operaciones y ejecutivos se encuentren en otros lugares.
AMPLIAR LOS DERECHOS ESPECIALES DE GIRO DEL FMI
La segunda iniciativa importante que Biden y los líderes del G7 anunciarán el viernes es un plan que están "considerando activamente" para ampliar la oferta del Fondo Monetario Internacional de Derechos Especiales de Giro, una moneda interna del FMI, que está a disposición de los países de bajos ingresos.
Este plan tiene como objetivo ampliar la financiación del desarrollo internacional a los países pobres y ayudarles a comprar vacunas Covid y a recuperarse más rápidamente de los efectos de la pandemia, según una hoja informativa de la Casa Blanca.
La Casa Blanca también dijo que los líderes del G7 acordarán "seguir proporcionando apoyo político a la economía mundial durante el tiempo que sea necesario para crear una recuperación económica fuerte, equilibrada e inclusiva".
Pero es el plan del Impuesto Mínimo Global el que tiene el mayor potencial para impactar en los resultados de las empresas e influir en las decisiones de los inversores.
El acuerdo fiscal del G7 "servirá de trampolín para conseguir un acuerdo más amplio en el G20", ha señalado un alto funcionario de la administración, que habló con los periodistas en segundo plano para discutir las conversaciones en curso.