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El fondo soberano de Noruega, Norges Bank, se ha convertido en accionista relevante de Enagás al declarar el control sobre el 3,102% del capital del gestor del sistema gasístico español.
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En concreto, según los datos enviados a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Norges Bank controla de manera directa el 2,388% del capital, un paquete de 5.701.866 acciones. Además, mantiene en préstamo el 0,012% del capital y controla otro 0,702% a través de instrumentos financieros derivados (CFDs).
El fondo soberano noruego se suma a otros accionistas relevantes de Enagás, como la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), que controla el 5% del capital, Bank of America (3,61%), BlackRock (3,38%) y State Street Corporation (3%).
Enagás presentó un beneficio de 103,9 millones de euros en el primer trimestre de 2019, un 0,2% más que en el mismo periodo del año anterior. Los ingresos bajaron un 7,4%, hasta 278,2 millones de euros. Por su parte, el EBITDA cayó un 6,5%, hasta 229,9 millones de euros.
La empresa presentó en marzo su Plan Estratégico 2019-2023. Su objetivo es mantener un dividendo "sostenible en el medio y largo plazo" que aumentará un 5% anual hasta 2020 (ese año el dividendo será de 1,68 euros brutos por acción) y, después, el incremento será del 1% al año "como mínimo" para los ejercicios 2021, 2022 y 2023, hasta alcanzar los 1,74 euros al final del periodo.
También anunció que invertirá 590 millones de dólares (525 millones de euros) para adquirir el 24,9% de un holding (con Blackstone como socio mayoritario y GIC, fondo soberano de Singapur, como minoritario) que posee el 100% de los derechos políticos y el 43,91% de los derechos económicos de la americana Tallgrass Energy.
Tallgrass es una compañía de infraestructuras energéticas estadounidense, fundada en 2012. Es propietaria de tres gasoductos interestatales regulados por la Federal Energy Regulatory Commission (FERC), con un total de 11.000 kilómetros de gasoductos de transporte, 2.400 kilómetros de gasoductos de extracción de gas y un oleoducto de 1.300 kilómetros.
