- El porcentaje de hipotecas a tipo fijo en España ya alcanza el 38% del total
Hace 10 años, en pleno boom inmobiliario, quien quería comprarse una casa recurría a una hipoteca a tipo variable en el 99% de los casos. Sin embargo, la realidad ha cambiado desde entonces, y mucho. La demanda de las hipotecas a tipo variable se ha ido reduciendo en favor del tipo fijo, hasta el punto de que este ya representa el 38% de los nuevos préstamos firmados, según datos del Colegio de Registradores.
Este crecimiento de las hipotecas a tipo fijo se explica por los mínimos históricos del euríbor a 12 meses, referencia de la mayoría de las hipotecas a tipo variable. En concreto, el pasado mes de noviembre alcanzó su decimoquinto mínimo histórico consecutivo en el -0,189%.
Sin embargo, conscientes de la anormalidad de estos niveles y del riesgo que conllevará su futura subida, cada vez son más los que prefieren conocer el tipo de interés que pagarán cada mes. De hecho, "cualquier hipoteca a diez años sale más rentable así", según asegura a 'Bolsamanía' Ferran Font, director del gabinete de estudios de Pisos.com.
CARACTERÍSTICAS COMUNES
Actualmente, todas las hipotecas a tipo fijo que existen tienen varios rasgos en común. Entre ellos, el hecho de que pueden pedirse a 30 años como máximo y financian hasta el 80% del valor de tasación en caso de ser vivienda habitual. Además, prácticamente todas cuentan con comisiones, tanto de apertura como por amortización anticipada del préstamo.
"Es importante revisar si el tipo que se ofrece está ligado a una serie de condiciones, o si de no cumplirlas el tipo sería otro"
¿LAS CONDICIONES SON NEGOCIABLES?
Sin embargo, es muy importante tener en cuenta que los tipos de interés que ofertan tienen una 'letra pequeña'. Para conseguirlos, hay que contratar ciertos productos asociados con el banco o, de lo contrario, la hipoteca se encarece. "Por eso es importante revisar si el tipo que se ofrece está ligado a una serie de condiciones, o si de no cumplirlas el tipo sería otro", indica Urtzi González, abogado de Sanahuja Miranda.
En teoría, todo es negociable, hasta las condiciones de una hipoteca. Sin embargo, "lo habitual es que el banco haga pocas o ninguna concesión en el contenido de los préstamos hipotecarios, y el cliente solo tenga la posibilidad de aceptar uno u otro de los productos que oferta la entidad bancaria", tal y como indica Urtzi González. A pesar de ello, el abogado recuerda que "no existe ninguna obligación de que el consumidor" acepte todos los requisitos.
Considerando estas cuestiones, así se encuentra en estos momentos el 'escaparate' de las hipotecas fijas en España y sus correspondientes 'letras pequeñas'. Pero, cuidado, que la mayoría de las ofertas se acaban en apenas unas semanas.
POR TRAMOS
Algunas de las principales entidades de España ofrecen unos tipos de interés que varían en función del número de años al que se pida el préstamo. Así, cuanto más tiempo dure la hipoteca, mayor tipo de interés deberá pagar el cliente. Por ejemplo, en la Hipoteca fija de Bankinter, si se pide hasta diez años, el interés es del 1,50% anual; si es hasta 15 años, del 1,90% anual; si hasta los 20, del 2% anual; hasta los 25, del 2,25% anual; y si es hasta 30 años, aumenta hasta el 2,35% anual.
Cabe indicar que este préstamo se puede solicitar solo hasta el 16 de enero de 2018, y que, para obtener los intereses mencionados, se debe cumplir una serie de requisitos: la entidad exige al cliente contratar una Cuenta Nómina, Cuenta Profesional o Cuenta No-Nómina, así como un seguro de vida y un seguro multirriesgo de hogar. Y en caso de no hacerlo, el interés crece en 1,2 puntos porcentuales.
Otra compañía que también divide su oferta por tramos es Banco Santander, aunque es cierto que sus intereses son ligeramente más altos: si el préstamo es de cinco a 15 años, el interés es del 1,65% anual; si es de 15 a 20 años, del 2,15%; de 20 a 25 años, del 2,5%; y si se alarga a entre 25 y 30 años, el tipo de interés asciende hasta el 2,75% anual.
Asimismo, la hipoteca se encarece en 1,2 puntos porcentuales si el cliente no quiere domiciliar una nómina de al menos 1.200 euros o una pensión de 600 euros y tres recibos, utilizar las tarjetas de crédito hasta seis veces en los tres meses antes a la revisión del tipo de interés y contratar con el banco un seguro de hogar y uno de vida.
La hipoteca fija de Liberbank también ofrece diferentes tipos de interés según la duración del préstamo. Así, en una hipoteca hasta 10 años el tipo de interés es del 1,50% anual; hasta 15 años, del 1,55%; hasta 20 años, del 1,90%; hasta 25 años, del 2,15%; y hasta 30 años, del 2,25%.
Las cifras son algo más bajas que las que se exigen en los otros dos bancos, pero Liberbank exige contratar varios productos de forma obligatoria solo para poder contratar el préstamo. Se debe domiciliar una nómina de más de 2.000 euros, contratar un seguro multirriesgo, la opción de banca a distancia y un préstamo de una tarjeta de crédito de 1.500 euros anuales en compras para cada titular. También obliga a contratar un seguro de vida y un plan de pensiones.
Y como condiciones para no encarecer los intereses, Liberbank exige contratar un seguro de protección de pagos y un seguro de coche.
Por último, Ibercaja ofrece unos tipos de interés durante los 12 primeros meses del año que, si no se contratan ciertos productos, crecerán después de ese plazo. Durante el primer año y con todas las bonificaciones durante el resto del préstamo, el tipo de interés que ofrece para una hipoteca a 15 años es del 1,9% anual; para una hasta 20 años, del 2,20%; hasta 25 años, del 2,35%; y hasta 30 años, del 2,7%.
Para poder tener esas bonificaciones, Ibercaja obliga a domiciliar una nómina de entre 600 y 2.500 euros. Además, si supera esta última cifra, se consigue una reducción del interés, a la que se le pueden añadir la contratación de dos o más seguros o de algún producto de ahorro de más de 30.000 euros y la de un plan de aportación sistemática en el que se ingresen al menos 50 euros al mes.
Las hipotecas fijas de BBVA y Bankia varían los tipos de interés del préstamo según los ingresos de sus clientes.
EN FUNCIÓN DE LOS INGRESOS
Por otro lado, las hipotecas fijas de BBVA y Bankia varían los tipos de interés del préstamo según los ingresos de sus clientes.
Así, para contratar la hipoteca del 'banco azul' hay que tener en cuenta si los ingresos son iguales o superiores a 1.500 euros (o 2.000 si son dos titulares). En este caso, para una hipoteca hasta 15 años se pagaría un 1,85% anual; hasta 20 años, del 2,20%; hasta 25 años, del 2,55%; y hasta 30 años, del 2,8%. Si, en cambio, los ingresos son inferiores, los intereses suben al 2,45%, 2,6%, 2,95% y 3,2%.
Para conseguir estos tipos de interés, BBVA exige domiciliar la nómina, tener contratada una tarjeta de crédito, un seguro de vivienda, un seguro de amortización, un seguro de vida y un plan de pensiones al que se aporten, al menos, 600 euros al año. Estas condiciones acaban el 31 de diciembre.
La principal diferencia de la hipoteca de Bankia es que es la única que no tiene comisiones, ni de apertura ni por amortización anticipada. Los tipos de interés son algo superiores a los de BBVA, pero varían si los ingresos son mayores o menores de 1.800 euros (sin importar cuántos titulares sean). Para ingresos iguales o mayores de 1.800 euros, contratar una hipoteca hasta 10 años supone un interés del 1,75% anual; hasta 15 años, del 2%; hasta 20 años, del 2,25%; hasta 25 años; del 2,5%; y hasta 30 años, del 2,75%. Para ingresos inferiores, los intereses suben al 2,4%, 2,65%, 3,05%, 3,3% y 3,5%.
Bankia obliga a que los pagos de la hipoteca se hagan en una cuenta del banco y a contratar un seguro de daños para optar al préstamo. Y si el cliente no domicilia en Bankia algún ingreso mensual, el tipo de interés subirá un punto porcentual.
Las dos entidades que se diferencian son las catalanas CaixaBank y Sabadell al ofrecer hipotecas fijas cuyo interés no varía
SIN TRAMOS
Las dos entidades que se diferencian de las anteriores son las catalanas CaixaBank y Sabadell, ya que ambas ofrecen hipotecas fijas cuyo interés no varía, independientemente de los años a los que se solicite.
La primera de ellas, en concreto, ofrece dos hipotecas distintas: una para préstamos hasta 20 años y otra hasta 30 años, aunque en ambos casos CaixaBank obliga al cliente a contratar un seguro de daños. Mientras en el préstamo hipotecario el interés es del 3,3% sin ningún tipo de bonificación (puede rebajarse hasta el 2,1%), la hipoteca a 30 años implica un tipo de interés del 4,15%, rebajable hasta el 2,95% si se aceptan los productos asociados.
Para poder optar al interés mínimo, el banco exige que el cliente domicilie una nómina de más de 600 euros y tres recibos, y haga al menos tres compras en tres meses con las tarjetas de la propia CaixaBank. Asimismo, debe contratar un seguro de incendio y uno de vida, un servicio de alarmas de Securitas Direct y un fondo de inversión o de pensiones de 25.000 euros.
Por su parte, en la Hipoteca Fija Bonificada de Banco Sabadell el tipo de interés es del 2,3%, aunque puede incrementarse hasta el 3,3% si no se contrata ningún producto más con la entidad. Es decir, para poder conseguir ese interés, se debe domiciliar la nómina y contratar un seguro de vida, además de uno de protección de pagos y otro de hogar.
CONTRATACIÓN ONLINE
Por último, el banco gallego Abanca se distingue por que solo permite contratar su hipoteca a tipo fijo (Hipoteca Mari Carmen a tipo fijo) a través de internet. Aunque solo hasta el 31 de diciembre. Y, al igual que muchas, ofrece distintos tipos de interés según los tramos: es del 2,05% anual hasta 15 años (3,05% sin bonificación); del 2,39% hasta 20 años (3,39% sin bonificación); del 2,45% hasta 25 años (3,45% sin bonificación); y del 2,49% hasta 30 años (3,49% sin bonificación).
En concreto, para conseguir la bonificación, Abanca pide al cliente domiciliar en la entidad ingresos de más de 600 euros, así como contratar un seguro de vida con ellos, uno de hogar y una tarjeta del propio banco con la que se deben hacer 24 compras al año.
¿POR QUÉ PUEDEN VARIAR LOS INTERESES?
El hecho de que la mayoría de los bancos exijan contratar productos asociados para rebajar los intereses tiene su explicación. En concreto, se debe a los cambios que pronto vivirá la legislación de créditos inmobiliarios en España: el Proyecto de Ley que aprobó el Gobierno el pasado 3 de noviembre recoge explícitamente que los bancos deberán plantear las distintas ofertas alternativas al consumidor. Eso sí, cuando la normativa sea aprobada también en el Parlamento, ya que actualmente se está tramitando.
Pero esto no ha evitado un ‘tirón de orejas’ por parte de Bruselas: la Comisión Europea plantea multar a España con 105.991 euros por cada día que está tardando en introducir esta regla y otras que deberían cumplir las entidades bancarias como parte de la adaptación en el país de la normativa comunitaria. Una adaptación que el Gobierno debería haber hecho, como muy tarde, el 21 de marzo de 2016.