• El escenario de posibles bajadas de tipos fuerza a salvar los márgenes
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Ana Botín, presidenta de Banco SantanderBANCO SANTANDER

El Banco Santander ha dado su brazo a torcer en las hipotecas a tipo fijo: era la única entidad que mantenía su apuesta por el tipo variable, pero ha lanzado una ofensiva comercial para entrar en esa guerra. Consiste en una rebaja generalizada de los intereses de estos préstamos de entre 0,20 y 0,30 puntos, con lo que se colocan entre las ofertas más competitivas del mercado. El escenario del BCE posibles nuevas bajadas de tipos (que ya están en negativo) fuerza a las entidades a apostar por esta modalidad para proteger sus márgenes.

Esta semana, Mario Draghi ha confirmado que el BCE está dispuesto a retomar los estímulos, incluyendo la compra de activos ('quantitative easing') e incluso una rebaja de tipos dentro del territorio negativo. Esto ha provocado un desplome generalizado de los bancos españoles en bolsa, ya que empeora todavía más el escenario de márgenes y rentabilidad, que ya están en mínimos.

Ante esta situación, el sector tiene que reaccionar y adaptarse, como dijo el miércoles el consejero delegado de ING, César González Bueno. Y esa reacción no se ha hecho esperar en el caso del Santander, que ha decidido sumarse a BBVA, Sabadell, Bankia y CaixaBank y apostar por las hipotecas a tipo fijo. Con un Euribor más negativo todavía, el tipo variable es ruinoso para las entidades salvo que los diferenciales se disparen.

Para entrar en la batalla, la entidad que preside Ana Botín ha rebajado el tipo de interés de estos productos en un horquilla de entre 0,20 y 0,30 puntos porcentuales en función del plazo de la hipoteca y el porcentaje del valor de la vivienda que financie el préstamo ('loan to value'), según fuentes cercanas al banco. Este medida se complemente con la posibilidad de obtener bonificaciones adicionales contratando planes de pensiones o fondos de inversión.

AUN ASÍ, LA TAE SIGUE EN EL 3%

Aunque parezca contraproducente bajar el interés de las hipotecas para mejorar los márgenes, Santander necesita ser competitivo en un mercado al que llega más tarde que sus rivales. Y para ello, debe ofrecer unas condiciones más atractivas que las que tenía hasta ahora: es decir, sacrifica algo de margen a cambio de captar un mayor volumen de crédito, una parte mayor de este pastel del tipo fijo.

Que tampoco es un sacrificio excesivo, puesto que, incluso tras esta rebaja, la TAE de estos préstamos sigue en torno al 3%. Un margen que, en los tiempos que corren, es muy jugoso para el sector y no tanto para el cliente. Porque, aunque los tipos oficiales suban en algún momento del futuro, parece complicado que superen ese 3% hasta dentro de muchos años, salvo que se produzca una catástrofe que provoque una espiral inflacionista.

Esta necesidad de la banca de buscar rentabilidad ha hecho que las hipotecas a tipo fijo supongan ya el 40% de los nuevos préstamos que se contratan y que BBVA, CaixaBank, Bankia y Sabadell recomienden desde hace tiempo esta modalidad a sus clientes. Y después del movimiento del Santander, los compradores de vivienda que deseen una hipoteca a tipo variable deben darse prisa antes de que dejen de ofrecerse o, más probablemente, sus condiciones empeoren drásticamente.

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