• Anticipa un 'boom' de los fondos cotizados en España como ha ocurrido en otros mercados
  • Explica que los inversores institucionales son cada vez más abiertos a mirar más alternativas
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Pedro Coelho, responsable para España de UBS ETFArchivo

Los ETF (fondos cotizados) se han convertido en una tendencia global que cada vez come más terreno a la gestión activa tradicional de los fondos de inversión. Es una evolución que hasta ahora no ha ocurrido en España, aunque hay firmas internacionales que ya se posicionan con la esperanza de que haya un 'boom' como ha ocurrido en otros mercados.

Este es el caso de UBS, cuya división de ETF para España dirige Pedro Coelho desde hace medio año, tras incorporarse desde NN Investment Partners -la gestora de ING- para liderar la oficina en Madrid. “Si se iguala la fiscalidad de los ETF a los fondos -con los traspasos-, ayudará a la compra por parte del cliente final y puede haber un 'boom' como ha ocurrido en otros mercados”, afirma el responsable de negocio de UBS ETF para España en una entrevista con 'Bolsamanía'.

El negocio de gestión de activos del banco suizo tiene un patrimonio de 610.000 millones de euros, cifra de la que una tercera parte corresponde a la gestión pasiva. Es decir, tanto fondos indexados como ETF, que han alcanzado ya los 32.000 millones de euros, lo que les convierte en el cuarto gran jugador del Viejo Continente.

Hay una tendencia clara de rotación de las inversiones desde la gestión activa hacia la gestión pasiva. Ocurre en todos los mercados en general, especialmente en EEUU, y también en Europa

El crecimiento de esta división no es un hecho aislado en la industria. “Hay una tendencia clara de rotación de las inversiones desde la gestión activa hacia la gestión pasiva. Ocurre en todos los mercados en general, especialmente en Estados Unidos, y también en Europa” reivindica Coelho, que recuerda los últimos datos de flujos conocidos entre ambas formas de invertir, según 'Financial Times': los fondos de renta variable de gestión activa sufrieron salidas netas en Europa por valor de 9.500 millones de euros en diciembre, mientras que los de gestión pasiva recibieron 13.200 millones. Lo mismo ocurrió en renta fija, con una captación neta de 500 millones de euros por parte de los vehículos que replican a un índice, a la vez que los activos registraron reembolsos netos de 8.500 millones.

Pero los actores de la industria española de inversiones ven desde lejos esta tendencia. Los factores para justificar desde el sector esta diferencia van desde lo bancarizada que está la distribución hasta la desventaja fiscal de los ETF frente a los fondos de inversión, que disponen de la posibilidad de diferir la tributación cuando hay un cambio de producto mediante los traspasos. Pero esta fórmula también estará disponible para los ETF, según ha dejado claro Hacienda, si los brókeres adaptan sus operativas para ofrecerla.

“La desventaja fiscal solo ocurre en España -en otros países no existen los traspasos para nadie-. La Dirección General de Tributos (DGT) dijo que los traspasos se pueden aplicar, con lo que será una ayuda para el crecimiento de los ETF”, sostiene el experto, que considera que “el inversor institucional ya ha evolucionado mucho en los últimos años -trabaja en España desde 2009-. Ahora está más abierto a analizar alternativas y a educar a sus clientes”.

Precisamente Coelho, que tiene como mandato incentivar la compra de ETF de UBS por parte de institucionales (fondos que invierten en productos de terceros, bancas privadas, carteras perfiladas, etc), incide en este último punto: “En todos los países hay una adopción significativa de ETF por parte de los inversores institucionales, y en España ya está pasando. Es importante que hagan una labor de educar a sus clientes sobre estos productos”, explica. A su juicio, además, en todos los países en los que UBS vende ETF, algo que hace desde 1989, una vez que los inversores profesionales han incorporado a sus carteras los fondos cotizados han ido llegando poco a poco los particulares.

ESPAÑA ANTES QUE FRANCIA

En todos los países hay una adopción significativa de ETF por parte de los inversores institucionales, y en España ya está pasando

“España es importante para UBS”, asegura Pedro Coelho, que pone como ejemplo para constatarlo el hecho de que el banco suizo ha abierto oficina para la división de ETF antes en España que en otro gran mercado como es Francia. La firma ha registrado ya 152 fondos cotizados en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), todos ellos de réplica física, lo que quiere decir que el seguimiento a un índice se produce con inversiones en activos y no con derivados, como ocurre con los de réplica sintética.

Entre este universo de fondos cotizados disponibles el mayor interés de los inversores españoles se produce, por ahora, “en índices más generales como sobre el MSCI EMU -incorpora los 11 mercados desarrollados más grandes de Europa-, MSCI USA y MSCI Japan”, señala Coelho, que explica que los institucionales están utilizando estos vehículos para ampliar su exposición a la renta variable.

Sobre los costes, una de las variables más atractivas de los ETF junto a su liquidez, fluctúan entre los 20 puntos básicos en renta fija hasta los 30 puntos básicos en renta variable. Es decir, comisiones de hasta el 0,3%, “una de las cosas que más gustan a nuestros clientes, ya que son precios muy competitivos”, defiende el responsable de UBS ETF para España.

Por otro lado, los fondos cotizados del grupo suizo obtienen rentabilidad adicional a partir del préstamo de valores, un hecho que se repite a lo largo de los inversores institucionales a escala global aunque aún no pueden hacerlo los fondos españoles. “Lo hacemos sólo en los ETF de renta variable y no en los de renta fija, un activo que ya es complejo como para dificultarlo más. La rentabilidad que se consigue con ello puede alcanzar los 7 puntos básicos”, explica Coelho.

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