- El gestor asegura que el "sentido común" es mejor que ceñirse como inversor a una técnica específica
- Defiende que la agricultura va a ser una de las grandes megatendencias del futuro
El foco mediático de la industria se ha focalizado en los últimos meses en el estilo de inversión 'value'. Pero hay otros gestores que también han logrado importantes éxitos en los últimos años, como Marc Garrigasait, de Gesiuris, al frente de una Sicav de renta variable internacional y de un fondo centrado en empresas del sector agrícola.
Garrigasait gestiona el vehículo Koala Capital Sicav y el fondo Panda Agriculture & Water Fund. Con el primero algo más de ocho millones de euros y con el segundo, cinco millones de euros. La Sicav es un producto mixto, flexible y global, explica en una entrevista con Bolsamanía. “Solemos tener más del 90% en los países desarrollados, especialmente Europa y Estados Unidos. Podemos invertir en emergentes si encontramos alguna buena oportunidad, pero suele ser muy minoritaria”, matiza. En este sentido, pone como ejemplo que con el reciente desplome de la bolsa y de la divisa de México por la victoria de Donald Trump ha tomado posiciones “vía índice”.
Por su parte, el Panda Agriculture & Water Fund se centra en empresas cotizadas del mundo del sector de la agricultura y del agua. En el primer caso, recoge compañías de plantaciones, ganadería, semillas, fertilizantes, maquinaria agrícola o investigación para mejoras de alimentos. En el segundo, firmas dedicadas a la desalinización, transporte del agua, empresas de riego por aspersión, de análisis de la calidad del agua y también empresas con derechos de riego en propiedad.
El gestor de Gesiuris ha obtenido resultados importantes en los últimos años. El Koala Capital se anota una rentabilidad anualizada del 13% en los últimos tres años, mientras que el vehículo enfocado en los sectores de la agricultura y del agua se revaloriza un 21% acumulado en los tres últimos ejercicios.
Nos sentimos identificados con la búsqueda de empresas que coticen con descuentos, con múltiplos de valoración inferiores a la media y con un 'margen de seguridad' alto, pero tratamos de ser más abiertos de mente
La clave de estos resultados está en el proceso de inversión, que engloba aspectos cuantitativos y cualitativos, explica Garrigasait. Primero, se realizan “múltiples filtros” a todo el universo de acciones, “para detectar un primer grupo de empresas atractivas por su valoración y rentabilidad”. Después, prosigue el gestor, “se analizan con detalle las empresas preseleccionadas”. La Sicav suele tener entre 40 y 50 posiciones, aunque en 2016 ha aumentado el número: “Hemos incorporado un grupo elevado de acciones japonesas small caps (pequeña capitalización) en las que hemos encontrado una oportunidad histórica con valoraciones de entre dos a tres veces su flujo libre de caja, ya que el múltiplo equivalente en Europa y Estados Unidos es de entre 15 y 35 veces”.
En cuanto al Panda Agriculture & Water Fund, tiene entre 80 y 90 títulos en cartera, ya que “es un sector muy atomizado y con muchos subsectores y países con empresas clave”, arguye Garrigasait. “No puedes dejar de invertir en países como Australia, Nueva Zelanda o Brasil, que son líderes mundiales. Además, existen muchas empresas muy especializadas en subsectores con tamaños reducidos, lo que nos obliga a diversificar la cartera”, agrega. Según las estadísticas de Morningstar, con datos a 31 de octubre, no hay ninguna posición que alcance el 3% de la cartera. Las más importantes son las empresas estadounidenses Sanderson, Archer-Daniels Midland y Waters Corp, la noruega Yara International ASA, y la española Baron de Ley.
Para realizar estas inversiones, Garrigasait asegura no estar encasillado en ninguna filosofía de inversión. Tampoco en el estilo 'value', que tantos titulares ha protagonizado durante los últimos meses: “Creo que la palabra 'value' está en cierta forma prostituida”, sentencia. “Nos sentimos identificados con la búsqueda de empresas que coticen con descuentos, con múltiplos de valoración inferiores a la media y con un 'margen de seguridad' alto, pero tratamos de ser más abiertos de mente”.
En este sentido, también muestra predilección por la filosofía del GARP, que busca empresas con un 'crecimiento a un precio razonable': “Combina o pondera las empresas por su valoración y por su crecimiento. No tiene sentido que se hable tanto del 'value' y que tantos gestores se definan así aplicando solo partes de esa filosofía. Creemos que encajonarnos en un único estilo de gestión nos condicionaría y no nos permitiría encontrar empresas atractivas por otros criterios”, argumenta el gestor de Gesiuris. “El sentido común es más importante para nosotros que ceñirte a una técnica específica. Los mercados cambian muy rápido”, añade.
El experto tiene asimismo en su análisis una vía más macro y oportunista: “Incluimos coberturas con índices y divisas. En este apartado realizamos más operaciones tácticas. Por el contrario, en la selección de acciones somos más estratégicos pensando en el largo plazo”.
MACROTENDENCIA DEL FUTURO
La agricultura y el sector del agua son, muy probablemente, la megatendencia más clara para los próximos decenios. Cada día en nuestro planeta 200.000 personas nuevas deben ser alimentadas
El fondo Panda Agriculture & Water Fund se sale fuera de lo común en la industria española por su específico universo de inversión. Sin embargo, Garrigasait ha podido ganar en los dos últimos años a su 'benchmark' o índice de referencia. La clave, precisamente, cree que es no haber estado ligado al índice de empresas agrícolas de MSCI o S&P: “Nos hemos dado libertad absoluta para introducir empresas muy atractivas con independencia de su tamaño y cuyo peso en cartera solo dependa de si nos gusta en lugar de fijarlo en función de su ponderación en el índice”.
La parte difícil para el fondo fue construir el universo de empresas cotizadas. “Aun hoy, tras más de cinco años con el proyecto continuamos encontrando nuevas empresas. No existen bases de datos del sector; lo que demuestra que es un sector olvidado”.
Lo anterior se produce pese a que “la agricultura y el sector del agua son, muy probablemente, la megatendencia más clara para los próximos decenios. Cada día en nuestro planeta 200.000 personas nuevas deben ser alimentadas. En los próximos 40 años, deberemos producir más alimentos que los generados en los últimos 10.000”, resume.
Sin embargo, enumera “fuertes” restricciones en la oferta alimentaria: el crecimiento cada vez mayor de la población urbana, la disminución en los terrenos agrícolas per cápita, las ganancias de productividad agrícolas decrecientes y una mayor presión sobre los escasos recursos hídricos. “Estas restricciones coinciden con un crecimiento sostenido de la demanda alimentaria global, liderados por una población asiática que, tras decenios de boom económico y demográfico, está incrementando rápidamente el consumo de todo tipo de proteínas”, subraya.
En este sentido, considera que “el sector agrícola, ganadero y del agua necesita de fuertes inversiones en los próximos años. Agricultores, científicos y empresarios ya están luchando por este reto, pero se requiere un mayor volumen de financiación en los cinco continentes”. Por otro lado, se extiende, “el vínculo entre el mundo agrícola y el sector financiero es prácticamente inexistente. Es imprescindible canalizar un porcentaje creciente del ahorro financiero y bancario hacia la investigación, las mejoras en la producción, conservación y transporte del sector agrícola y del agua. Nosotros, que venimos del sector financiero, estamos fomentando este trasvase al sector agrícola, fenómeno que no ha hecho más que empezar”.