- El caso más flagrante es el de BlackRock, que ha reducido su posición el miércoles desde el 4,09% hasta el 1,775%
- Los analistas ven difícil una ampliación y creen que la venta es la mejor opción ahora mismo para los accionistas, mientras que los bonistas tendrán que asumir pérdidas
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Aguantar en Banco Popular, ahora mismo, supone una prueba extrema para los nervios del inversor. Y un riesgo de pérdidas aún mayores que las que acumula (casi) cualquier accionista. La mayoría de los gestores han demostrado estas semanas no estar dispuestos a poner a prueba su paciencia o asumir el riesgo de perder más, con lo que han abandonado el capital de la entidad.
El caso más drástico es el de BlackRock, que reclamó 83 millones de acciones que tenía prestadas a terceros -generalmente, a bajistas- para disminuir su posición. Así, la mayor gestora del mundo por volumen de activos pasó el miércoles de controlar una participación del 4,09% a reducirla hasta el 1,77% del capital.
La operación, notificada el viernes, se produjo dos días antes, en una sesión en el que el valor se desplomó un 6,31% abriendo una hemorragia que aún no ha cerrado. Ese día, al elevado volumen de órdenes de ventas desde los fondos de BlackRock se unieron las palabras de Elke Koening, directora del mecanismo europeo de resolución bancaria (SRB, por sus siglas en inglés), que admitió en Bloomberg TV que están vigilando a Popular.
De esta forma, Koening puso encima de la mesa una tercera opción para el futuro de la entidad: una intervención desde Bruselas y Fráncfort, sede del Banco Central Europeo (BCE) y del que depende el Mecanismo de Resolución Europeo (MUS). Este martes, el presidente de Popular, Emilio Saracho, acude al BCE para analizar la delicada situación del banco.
Tienen que hacer algo porque al problema de solvencia se va a añadir en cualquier momento el de liquidez si continúa deteriorándose la confianza
La evolución bursátil está precipitando los temores sobre Popular. “Tienen que hacer algo porque al problema de solvencia se va a añadir en cualquier momento el de liquidez si continúa deteriorándose la confianza”, advierte un gestor de fondos. El banco ha caído este lunes un 18,16%, hasta los 0,338 euros, tras perder un 38% la semana pasada. Su cotización bursátil es inferior a los 1.500 millones de euros. Muy lejos de los 2.900 de hace una semana o de los 4.500 millones de hace un año, antes de la ampliación de 2.505 millones.
Los inversores están obligados a notificar sus cambios en la participación a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) a partir del umbral del 3% del capital. Asimismo, las carteras de los fondos y sicavs españoles se publican cada trimestre con casi un mes de retraso, y los gestores suelen ser recelosos a la hora de dar información adicional sobre sus inversiones más allá de, en algunos casos, las cartas mensuales a los clientes.
Sin embargo, la sangría de los últimos días ha llevado a varios de los gestores de fondos que aparecían en el capital de Popular el 31 de marzo en los informes publicados por la CNMV que ya no están presentes en el capital de la entidad. Al término del primer trimestre el fondo con más exposición en porcentaje de la cartera era el Global Allocation de Renta 4, gestionado por Auriga, con un 6,5% valorado en 3,9 millones de euros. El vehículo deshizo su posición, aunque en los últimos días su gestor, Luis Bononato, ha realizado una compra “que no alcanza el 1,25%”, explican desde la entidad.
Lo mismo sucede con la sicav del trader Josef Ajram, que era el segundo vehículo español más expuesto con un 5,92% de la cartera. La inversión del Ajram Capital Sicav, de 637.000 euros, “lo tuvimos 72 horas como mucho para hacer 'trading’, como hemos hecho con las últimas caídas”, explica a ‘Bolsamanía’. El Ibercaja Bolsa es otro producto que tenía participación en Popular al acabar el primer trimestre, con una inversión del 0,73% que superaba los 800.000 euros. Y ya no tiene inversión en la entidad presidida por Saracho, que al acabar 2016 contaba con más de 300.000 accionistas.
Otros gestores aún no se han pronunciado. Al finalizar el primer trimestre, dos fondos de Santander Asset Management eran los dos vehículos españoles con mayor inversión. El Santander Acciones Españolas, con casi 20 millones de euros, y el Santander Small Caps España, con 7,6 millones. Otros nombres propios que destacaban en el capital eran los fondos de Abante gestionados por José Ramón Iturriaga Okavango y Kalahari, el Merchfondo, la sicav Noria, el Belgravia Épsilon, el Rural Mixto 25 y el Rural Renta Variable España.
Asimismo, los bonistas también tendrán que asumir pérdidas. Tanto por la caída del precio de los bonos, como por la posible conversión en acciones en caso de los bonos convertibles contingentes (CoCos) o, incluso, impagos del cupón. Los más expuestos en este sentido son los fondos de las gestoras Allianz, Pimco y BlackRock.
UN TÍTULO “ROTO”
La opción de que el banco sea intervenido sería la última a considerar y la más negativa para los accionistas y bonistas
Técnicamente, Banco Popular es un “valor roto”, explica José María Rodríguez, analista de Bolsamanía. “Recientemente ha perdido la referencia del nivel de los 0,54 euros, potencial soporte, y desde ese nivel cae sin freno”, añade el experto. En la misma línea, la analista Nagore Díez, de Norbolsa, cree que el banco ha llegado a un punto en que cualquier noticia (o matiz) “provoca movimientos exagerados en la cotización”.
Saracho, que hoy está en Fráncfort, trató de transmitir tranquilidad a los directivos del banco el viernes, reafirmando que el futuro pasa por una venta o una ampliación. “Veo difícil una ampliación a estos precios, sería muy dilutiva para los accionistas. En el resto de opciones, a priori una venta sería menos dañina para los inversores que una intervención”, avisa Díez. “La opción de que el banco sea intervenido sería la última a considerar y la más negativa para los accionistas y bonistas”, arguye también Nuria García, analista de Ahorro. No obstante, “el margen de maniobra es escaso para Popular. Desde luego su venta sería un bálsamo para la cotización”, indica Victoria Torre, de Self Bank.
Aunque los analistas creen que el hundimiento en bolsa aún puede extenderse, algunos bajistas están recogiendo beneficios. Los ‘hedge funds’ Oceanwood y AQR redujeron sus posiciones cortas el viernes. El primero, desde el 1% hasta el 0,9%; y el segundo del 0,74% hasta el 0,69%. Entre los fondos con más de un 0,5% del capital como posición corta, nivel a partir del que publica el regulador sus nombres propios, también están Marshall Wace (1,99%), Samlyn Capital (1,8%), Lansdowne Partners (0,9%), BlackRock (0,7%) y PDT Partners (0,51%).