BME presenta (una década después) su supermercado de fondos que lanzará el 27 de junio

“Se cruzó la reforma de compensación”, explican desde BME para justificar el retraso, aunque desde la industria dan por hecho que no lo han tenido fácil por la presión de la gran banca, que busca mantener su hegemonía en la distribución de fondos. En cualquier caso, la plataforma está lista, con el modelo de circuito bursátil que ya experimentan los inversores de Sicavs o ETF. “Lo hemos hecho con los recursos internos, y no tenemos previsiones ni mínimos exigidos sobre número de fondos o ingresos para BME”, aseguran en la presentación.

En la puesta de largo, Beatriz Alonso-Majagranzas, directora de renta variable de BME, explica que podrán inscribirse las gestoras de fondos tanto nacionales como internacionales listados en la CNMV, lo que da lugar a un potencial universo de 3.000 productos. Aunque asume que probablemente “las gestoras nacionales tendrán que crear nuevas series de fondos preparadas para ello”.

El esquema de costes será de un canon por entrada y una comisión de permanencia para las gestoras y una comisión de contratación para los clientes, como ocurre con otros instrumentos negociados a través de BME. De esta forma, no habrá retrocesiones, el modelo utilizado habitualmente por otras plataformas de fondos o distribuidores, y cuya regulación cambiará con MiFID II a partir de 2018.

ASÍ FUNCIONARÁ EL PROCESO

Las órdenes se negociarán a través del sistema técnico de Iberclear. Se introducen entre las 9:00 y las 16:00 horas, la respuesta por parte de la gestora llega por la tarde, al día siguiente se cruzan las órdenes y en el segundo día se liquidan. Todo se llevará a cabo en euros y, de hecho, un requisito de la plataforma es que los fondos listados estén nominados en esta divisa.

El supermercado de fondos contempla las órdenes de suscripción y reembolso y también de traspaso, tanto entre productos negociados en el supermercado como con uno externo, con lo que mantiene el gran atractivo fiscal de este tipo de vehículos que consiste en que el inversor puede pasar de un producto a otro sin pasar por Hacienda.

“Es un auténtico modelo de arquitectura abierta. Las ventajas para los clientes es que tendrán a su disposición diversos fondos y para las gestoras que tendrán visibilidad”, defiende Alonso-Majagranzas. Para ello, la gestora debe listar sus productos, algo ante lo que BME asegura que están registrando “bastante interés”. En la contrapartida, el cliente debe tener acceso con su cuenta de valores a través de alguno de los 60 miembros del mercado registrado. Es decir, bancos y brókeres.

“Existe un precedente en Italia y otro con Euronext -bolsa de valores paneuropea con sede en Ámsterdam-. Han tenido muy buena acogida”, aseguran en BME, aunque asumen que en el inicio, el 27 de junio, habrá una oferta aún reducida de fondos de inversión inscritos.