Compartir la vivienda con la pareja o la familia suena a repartir gastos, con lo que se suele pensar que vivir solo supone un mayor desembolso, por lo menos a la hora de abonar las facturas. Sin embargo, esto no es del todo cierto. Cualquier hogar, independientemente de su número de miembros, puede evitar el gasto de unos cuantos euros a final de mes. Eligiendo los proveedores más adecuados y poniendo en práctica algunas medidas puede conseguirse el ahorro de más de 1.600 euros al año.
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Crece el ahorro de las familias pero cada vez invierten menos: ¿Dónde va el dinero?Revisando bien los servicios contratados, las personas que vivan solas también tienen la posibilidad de pagar menos por ellos. Así, un soltero que se haya independizado puede reducir el importe de sus facturas más de un 19% y llegar a ahorrar unos 478 euros al cabo del año. Hasta 264 en los seguros, 121 euros en energía y 94 euros en telefonía e Internet, según los cálculos del comparador Rastreator.com.
Claro está, mayor es el ahorro que pueden conseguir aquellos que compartan la vivienda con su pareja, del 21,5%. Aquí, el potencial de ahorro al elegir mejores productos alcanza los 1.100 euros al año: 234 euros en los intereses de la hipoteca, 160 euros en Internet, 170 euros en las tarifas energéticas y 533 euros en seguros.
Precisamente la hipoteca es uno de los principales gastos que asume una familia. No obstante, en este caso cuenta con un ahorro en intereses que puede situarse en más de 300 euros al año de media. Además, cambiando de proveedores, está la posibilidad de gastar hasta 900 euros menos en seguros, 216 euros en telefonía, Internet y televisión y más de 240 euros si se busca una tarifa de luz y gas más económica. Con lo que, a final de año, el ahorro de una familia suma más de 1670 euros, un 22,5%.
Si a esto se le suma la práctica de algunas medidas de eficiencia en el hogar, que pueden suponer un ahorro extra de hasta 1.400 euros al año, el ahorro de las familias españolas llegaría a los 3.000 euros anuales, según el estudio del comparador financiero, que destaca la importancia de "gestos tan sencillos como revisar nuestras facturas y analizar si existen ofertas más interesantes en el mercado".
Entre estas medidas se encuentra el elegir electrodomésticos eficientes para reducir el coste de la factura en electricidad, no dejar el piloto encendido de los aparatos electrónicos, ajustar la potencia de energía contratada al consumo de cada uno, utilizar un termostato para mantener la temperatura con la calefacción en invierno y el aire acondicionado en verano, o incorporar a los grifos dispositivos para reducir el consumo. Fuera del propio hogar, una forma eficaz de ahorrar es comparar entre los distintos supermercados y gasolineras y elegir el que tenga los precios más competitivos, además de conducir de un modo eficiente y mantener un buen mantenimiento del vehículo.