La manera en la que se accede al canal digital de cada banco cambia a partir del 14 de septiembre y todo se debe a la entrada en vigor de la nueva normativa de pagos electrónicos. Aunque el Banco de España ha concedido una moratoria antes de exigir su aplicación, las entidades ya han empezado a avisar a sus clientes de los cambios. En la mayoría de los casos, se necesitará la recepción de una nueva clave que hará que tener un móvil sea imprescindible.
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Cada vez más difícil entrar en tu cuenta: el banco te tendrá que mandar otra claveLa denominada PSD2 trata de regular los servicios de pago digitales en toda la Unión Europea (UE) con el objetivo de reforzar la seguridad tanto para acceder a la banca online como a la hora de realizar pagos electrónicos y reducir el fraude. Por ello, a partir de ahora, cambia el proceso para utilizar el canal digital del banco. Hasta el momento, para acceder a una cuenta corriente por Internet bastaba un usuario y una contraseña o, en su lugar, la lectura de la huella dactilar o el reconocimiento del iris. Con la nueva normativa será necesario, además, disponer de un smartphone y, en algunos casos, tener instalada la aplicación de tu banco.
Esto se explica por la autenticación reforzada, es decir, la combinación de dos elementos independientes para verificar la identidad del cliente. Así, la PSD2 exige solicitar al menos dos de los siguientes factores: algo que solo conozca el usuario, algo que tenga y algo que forme parte de él. "En realidad, el sistema de doble autenticación no es totalmente nuevo. Pero con la PSD2, este sistema de doble autenticación se actualizará y afectará al acceso a las cuentas online, un proceso que se complicará ligeramente a partir del 14 de septiembre", afirma el comparador financiero HelpMyCash.com.
Entre las excepciones a las que no se les aplicará esta norma, y que varían en función del nivel de riesgo, el importe y el canal, están los pagos remotos de hasta 30 euros y por 'contactless' de hasta 50 euros, las suscripciones regulares o los beneficiarios habituales o de confianza. Para el resto, se exigirá un paso extra para acceder a una cuenta corriente por Internet. La opción más habitual es la del código de validación recibido por un mensaje SMS aunque también se hará mediante la notificación integrada en la aplicación del banco.
Entre las entidades, los clientes de BBVA, Santander, Bankia, Sabadell, Openbank necesitarán su clave de acceso más un código recibido por SMS para acceder a la banca online. Los bancos aclaran que solo será necesario introducirlo la primera vez que se acceda y tendrá una validez de 90 días. Por su parte, en ING se obligará a tener instalada la aplicación aunque lo que se quiera sea acceder a través de la web. Desde ya, sus clientes tendrán también que activar las notificaciones y dar de alta la validación móvil, que sustituirá a la tarjeta de coordenadas.
MORATORIA DEL BANCO DE ESPAÑA
La autenticación reforzada, que afecta también a los pagos electrónicos entra en vigor, oficialmente, el próximo 14 de septiembre. Sin embargo, el Banco de España ha concedido una moratoria, por un tiempo adicional que no ha especificado, para los proveedores de servicios de pago debido a la complejidad de los mercados en la UE. L Autoridad Bancaria Europea (EBA) acepta que los supervisores bancarios nacionales concedan un tiempo adicional limitado para la aplicación de la nueva norma. Hace tres meses reconocía "los desafíos" que supone la PSD2, especialmente para los comercios electrónicos, lo que puede derivar en que "algunos actores de la cadena de pagos no estén listos" para esta fecha.
Además de la seguridad a la hora de acceder y operar, otro de los cambios que trae la PSD2 es la apertura por parte de los bancos de sus servicios de pagos a otras empresas, lo que hará que se permita el acceso de terceros a las cuentas de los clientes de un banco y el inicio de pagos en su nombre, previa autorización del titular de la cuenta. En la práctica, hasta ahora, cuando se realizaba una compra online, el comercio tenía que recurrir a un intermediario, como los proveedores de pagos electrónicos, que a su vez se ponían en contacto con la compañía de la tarjeta que finalmente carga el cobro a una cuenta corriente. Con la nueva norma, el consumidor podrá autorizar al comercio para que ejecute pagos en su nombre a través de su cuenta bancaria, con lo que el comercio y el banco se comunicarán ahora directamente, como explican en BBVA.