La idea de la vivienda como fuente de ingresos durante los años de jubilación cada vez cala más entre los españoles. De hecho, casi seis de cada diez mayores de 65 años considera su hogar como el mejor plan de pensiones. Tanto es así, que las ventas de nuda propiedad, conocidas comúnmente como 'viviendas con bicho', han registrado en el último año una auténtica revolución, creciendo un 36%.
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Hasta hace algunos años, este tipo de operaciones se llevaban a cabo únicamente por herencias entre familiares. Sin embargo, cada vez es mayor el número de propietarios que se acogen a esta fórmula para aumentar sus ingresos. Especialmente entre los mayores de 75 años y los residentes en las grandes ciudades.
Al contrario que en Europa, donde está muy arraigada la venta de la nuda propiedad, en España hasta ahora su presencia era testimonial. Pero con la aparición en el mercado de las primeras agencias inmobiliarias especializadas en la venta de la nuda propiedad, hace unos tres años, el asunto ha empezado a cambiar.
Diferente es lo que ocurre en pueblos o pequeñas ciudades, donde el mercado de la venta de la nuda propiedad es casi inexistente, añadiendo además el desconocimiento de un producto como este entre los ciudadanos de estos municipios. Es lo que explica el consultor inmobiliario de entidades financieras españolas y extranjeras y fundador de Red Expertos Inmobiliarios, Eduardo Molet.
La venta de la nuda propiedad supone deshacerse de uno de los derechos que tiene el propietario sobre su vivienda, quedándose solo con el derecho al usufructo. Para el vendedor, este hecho supone poder seguir usando la propiedad y recibir el dinero de la venta al instante y de una sola vez, lo que es, a su vez, una de sus principales ventajas: continuar viviendo y disfrutando en la casa hasta el fallecimiento, incluso si se trata de personas muy mayores, que requieren de una asistencia domiciliaria o son dependientes.
Además, los gastos también serán menores, ya que pasaría a pagar solamente aquellos correspondientes a los consumos ordinarios de la vivienda, mientras que el inversor se haría cargo desde ese momento del IBI y las derramas extraordinarias de la vivienda.
Mientras, el comprador adquiere con esta operación la propiedad de una vivienda a muy bajo precio. La peculiaridad es que durante los años que viva el usufructuario, va aumentando de valor. Esto, además de ser una inversión muy rentable, supone lograr a medio o largo plazo el pleno dominio de una vivienda por la que se pagó poco años atrás. Otra posibilidad es que puede conseguir en el futuro una vivienda de unas determinadas características que no podría comprar al precio actual de mercado.
LA VIVIENDA, EL MEJOR PLAN DE PENSIONES
La incertidumbre sobre el actual sistema de pensiones, el aumento de la esperanza de vida y los cambios en las estructuras familiares están haciendo emerger la concepción de la vivienda como fuente de ingresos a partir de la jubilación. Esta venta de vivienda con reserva de usufructo supondría una alternativa para el 17% de los españoles mayores de 65 años en el caso de que su pensión no sea suficiente para mantenerse económicamente, según un estudio del portal inmobiliario Casaktua.com.
Aunque, en este sentido, vender una segunda vivienda en propiedad y la hipoteca inversa, son las principales opciones que baraja este grupo de la población. En definitiva, cerca del 60% de los propietarios mayores de 65 años considera que la vivienda es ahora mismo su mejor plan de pensiones.
