La riqueza de los hogares se sigue manteniendo por encima de los niveles previos a la crisis económica. Sin embargo, el saldo en activos financieros cayó un 1,6% el pasado ejercicio. Las familias españolas huyen del riesgo y se refugian en productos más seguros a cambio de renunciar a la rentabilidad. De hecho, el grueso de los activos financieros de los hogares se encontraba en efectivo y depósitos.
El saldo de activos financieros de los hogares e instituciones sin fines de lucro al servicio de los hogares (ISFLSH) alcanzó a finales de 2018 un importe de 2.152 millones de euros, un 1,6% inferior al de un año antes. Un descenso resultado de una adquisición neta de activos financieros de 22 millones y de unas revalorizaciones netas negativas de 57 millones, debidas, fundamentalmente, a la caída del precio de los activos de renta variable, según las Cuentas Financieras del Banco de España.
El grueso principal de los activos financieros de los hogares se concentra en efectivo y depósitos, representando el 41% del total. Esto, a pesar de la baja rentabilidad que ofrece este tipo de productos, en un entorno de tipos de interés en el 0% que el Banco Central Europeo (BCE) ha prolongado, como mínimo, hasta 2020. Lo que da a entender que los hogares están abandonando aquellas opciones que conllevan un mayor riesgo.
El efectivo y depósitos fue el componente que más incrementó su peso en los activos financieros de los hogares frente al año anterior
Es más, el efectivo y depósitos fue el componente que más incrementó su peso en los activos financieros de los hogares en comparación con el año anterior, 1,7 puntos porcentuales.
"Los depósitos y el efectivo han ganado peso en la distribución de la riqueza financiera de las familias españolas, un fenómeno que también se observa a nivel europeo. Los bancos hacen un importante esfuerzo para no repercutir a sus clientes la penalización que sufren en el caso de sus propios depósitos en el banco central. La seguridad y confianza en sus entidades también son razones para entender el por qué las familias mantienen un elevado peso de sus activos financieros en depósitos", apuntan desde la Asociación Española de Banca.
Por detrás se sitúan los seguros y fondos de pensiones como segmentos que han aumentado su presencia, aunque el crecimiento ha sido de apenas 0,3 puntos porcentuales. Representan el 17% del ahorro de los hogares. Por su parte, las participaciones de capital y las participaciones en fondos de inversión han descendido en 2,3 y 0,1 puntos porcentuales, hasta suponer el 25% y el 14%, respectivamente, del total de los activos financieros.
Respecto al PIB, los activos financieros totales de los hogares e ISFLSH representaron un 178,1% a finales del cuarto trimestre de 2018, lo que significa 9,3 puntos porcentuales menos que un año antes.
LA RIQUEZA, POR ENCIMA DE LA CRISIS
La riqueza de los hogares se mantiene por encima de los niveles previos a la crisis económica. En el cuarto trimestre de 2018 se situó en 1,370 billones de euros. Una cifra que, aunque es un 2,9% inferior a la registrada en el mismo periodo del ejercicio anterior, es superior a la registrada en el primer semestre de 2007, justo antes del comienzo de la recesión, cuando rozaba el billón de euros.
En relación con el PIB, la estadística del organismo supervisor refleja que los activos financieros netos representaron el 113,4%, ratio que es 7,6 puntos porcentuales inferior a la de un año antes.