La incertidumbre en la economía de las familias españolas derivada de la pandemia por el Covid-19 y de las medidas para atenuar sus efectos, como los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) han hecho que durante los últimos meses las decisiones de compra se hayan paralizado o, incluso, llegar a suspenderse, con lo que la demanda de créditos, especialmente los destinados al consumo, se ha frenado en seco.
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La tasa de ahorro de los hogares alcanzó el año pasado su nivel más alto desde 2013Entre los meses de marzo y mayo, las nuevas operaciones de crédito a particulares se redujeron cerca de un 32% si se comparan con las del mismo periodo del año pasado, pasando de 25.000 millones en 2019 a algo más de 17.000 millones de euros en 2020. Un porcentaje mayor si se tiene en cuenta únicamente el crédito al consumo. Aquí, la caída ha sido del 58%, siendo abril el mes que ha acusado el frenazo más destacado: de los 2.841 millones de euros que se concedieron en 2019, a los 626 millones de 2020, es decir, un desplome del 78%.
Así lo reflejan los datos de un análisis basado en informaciones del Banco de España y elaborado por la consultora AIS Group, que señala también que, en el crédito destinado a la compra de vivienda, la rebaja en las nuevas operaciones entre estos meses fue del 33%.
¿HABRÁ REBOTE?
A partir del verano. Esa es la fecha en el que el Banco de España espera que se produzca un eventual rebote del consumo de los hogares. Eso sí, destacan que el comportamiento del gasto dependerá de que la proporción de empleos que puedan ser salvados mediante los ERTE sea lo más elevada posible o que las medidas de protección de las rentas y de ayuda a los hogares más vulnerables constituyan un elemento de soporte.
Una peculiaridad de la crisis actual que señala como relevante el organismo es que, a diferencia de lo que suele ser habitual, la contracción del consumo ha sido mucho mayor que la de la renta, lo que ha ocasionado un aumento muy fuerte de la tasa de ahorro.
Por su parte, desde Nielsen fijan que, en 2020, el mercado de gran consumo crecerá por encima del 5%. Se ralentizará durante el segundo semestre su crecimiento, pero, si bien estará lejos de las cifras en el pico de la pandemia (+29% en la fase de acopio y +17% en la de confinamiento), aún permitirá al mercado crecer al cierre de año prácticamente tres puntos por encima de 2019, cuando subió el 2,4%, explican.
No obstante, apuntan a este año como el "más complejo para predecir el comportamiento del consumidor, influenciado por cinco elementos que tendrán una fuerte ascendencia en cómo y en dónde gastarán los españoles". Se trata del teletrabajo, con un potencial de más del 20% en la población ocupada, la hostelería con un 23% de negocios aún cerrados, la caída del turismo, una tasa de paro que puede superar el 20%, y una confianza del consumidor que ha caído 24 puntos respecto a 2019.