Los clientes de CaixaBank y Bankia se preguntan qué pasará con sus productos contratados después de que se materialice la fusión entre ambas entidades. Aunque en un principio pueden respirar tranquilos, ya que las condiciones se les mantendrán, cada banco sí que podría modificar los productos adicionales para conseguir bonificaciones. También se prevé el cierre de oficinas, por lo que tendrán más difícil realizar gestiones de forma presencial.
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Aunque lo más probable es que las condiciones de las cuentas se mantengan como están ahora, es cierto que los bancos pueden modificar las condiciones de las cuentas unilateralmente, independientemente de que la fusión se lleve a cabo. Eso sí, en caso de hacerlo, la entidad debe notificarlo al cliente con dos meses de antelación para que se pueda valorar si conviene mantener la cuenta o trasladarla a otra entidad.
Una de las consecuencias que los clientes de Bankia podrían ver es el cambio de numeración en sus cuentas bancarias. En cualquier caso, se trataría de una modificación que no generaría costes para el cliente, explican desde el portal HelpMyCash. Además, hay que prestar atención al uso que se le da a la cuenta, ya que si es desde la que se pagan las cuotas de la hipoteca y únicamente se utiliza para este fin, tras la fusión no podrán imponer una comisión de mantenimiento diferente a la establecida en la escritura del préstamo hipotecario. Por contra, si en esta cuenta se tiene domiciliada la nómina o se usa pagar otros recibos, puede haber cambios tras la unión de las dos entidades.
HIPOTECAS Y OTROS PRÉSTAMOS
Los clientes que tengan una hipoteca u otro tipo de préstamo, desde la web financiera señalan que el contrato se mantendría intacto y sin cambios tras la fusión, con lo que el plazo, tipo de interés o comisiones serán los mismos. En cambio, en el caso de los productos contratados para conseguir bonificaciones, podrían encarecerse o abaratarse, si sus condiciones no aparecen fijadas en la escritura de la hipoteca, al producirse un posible cambio en las primas de los seguros de hogar, de vida o de protección de pagos, entre otros.
Por otro lado, y a falta de saber si CaixaBank y Bankia operarán bajo otra marca o mantendrán su distintivo actual, es más que predecible que habrá reestructuración de la red de oficinas y del personal que en ellas trabaja. Así, los clientes pueden sufrir variaciones en su sucursal, que podría bajar la persiana para siempre o reducir la prestación de servicios a la que nos tiene acostumbrados, lo que hará que se tengan que desplazar a otra dirección para completar las gestiones habituales.Los expertos consultados recomiendan asegurarse de tener guardados todos los documentos relativos a la hipoteca, ya que después nos podría resultar más complicado recuperarlos. Además, los consumidores también se verán afectados a la hora de contratar productos o negociar condiciones, al tener que tratar con personal diferente.
COMPETENCIA
Para la asociación de usuarios financieros Asufin, la fusión entre Bankia y CaixaBank no será favorable para el consumidor al suponer un importante movimiento de concentración bancaria que "es preocupante y limita la competencia". También consideran que generaría una entidad "demasiado grande para caer" ('too big to fail'), lo que "siempre representa un riesgo para el consumidor".
Recuerdan que ambas entidades reúnen una "alta litigiosidad" por la comercialización de hipotecas y otros productos financieros con cláusulas abusivas que han sido declaradas nulas en los tribunales, como la multidivisa, en el caso de CaixaBank, o la cláusula suelo, en el de Bankia. Asimismo advierten de que son las entidades que comercializaron y mantienen vivas el mayor número de hipotecas referenciadas al índice IRPH.
En la misma línea se ha pronunciado la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), reclamando al Gobierno que imponga las condiciones necesarias para garantizar un adecuado nivel de competencia en los servicios financieros antes de autorizar una fusión bancaria. "La desaparición de un competidor es una mala noticia en un mercado ya de por sí bastante concentrado", ya que "limita las posibilidades de elección de los consumidores". Entre las consecuencias destacan "la subida de precios de los servicios financieros a medio y largo plazo".
Por su parte, Adicae considera "fundamental" que en una fusión que daría lugar al mayor grupo español "se reparen los múltiples abusos y fraudes a los consumidores por parte de la banca española que continúan sin solución".