Pagar algún capricho y conseguir descuentos o promociones en las compras de los regalos o alimentación en estas fechas, unido a la mala situación económica derivada de la crisis del Covid-19, está haciendo que muchos acudan a fuentes de financiación externas y caigan en el peligro de contratar una tarjeta revolving. Una opción a simple vista sencilla y atractiva, pero que encierra grandes riesgos para la salud financiera. De hecho, reclamaciones de este tipo de productos se han disparado en el último año.
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Además de ir acompañadas generalmente de una absoluta falta de transparencia en su comercialización, como han hecho evidente las diferentes sentencias del Tribunal Supremo, las tarjetas revolving tienen como principal característica los abusivos intereses que gravan esos pagos, generalmente superiores al 24% TAE. Dichos intereses se hacen inasumibles y sumen al consumidor en una enorme espiral de endeudamiento, como explican desde plataforma de abogados Reclama por mí.
Señalan que estos productos se comercializan en centros comerciales, hipermercados, aerolíneas, hoteles, tiendas o grandes almacenes bajo el nombre de empresas conocidas pero están asociadas a empresas, entidades o bancos. Es por ello, por lo que muchos de los consumidores no son conscientes de estar contratado una fuente de financiación de este tipo hasta que se dan cuenta de que la deuda nunca se termina de saldar aunque se cumpla con los pagos correspondientes. "Aunque parecen cómodas de usar y alivian una necesidad puntual, tiempo después los intereses usurarios aplicados a este tipo de tarjetas hacen que la deuda resulte inasumible para quien las contrata", afirman.
"Entre diciembre de 2019 y mayo de 2020 se multiplicaron las reclamaciones", aseguran. Algo propiciado también por la sentencia del Tribunal Supremo de marzo, que "ha ayudado a que miles de afectados por tarjetas revolving se den cuenta de que pueden reclamar. Afectados que recurren a este tipo de financiación en fechas como estas y acaban atrapados por las deudas", dicen.
El propio Banco de España ha advertido en varias ocasiones a los consumidores de que deben informarse sobre las características de las tarjetas revolving, puesto que, si no conocen bien cómo funciona este tipo de crédito, que permite aplazar los pagos en cuotas fijas o en un porcentaje del crédito dispuesto, de manera que el límite se va renovando con la parte de la cuota destinada a amortizar el capital ya gastado, pueden "darle un uso inadecuado y meterse en problemas".
Este producto se ofrece generalmente a los clientes con la denominación de tarjeta de crédito y, en muchos casos, se comercializa sin que aparezca la palabra revolving "y a veces sin informar adecuadamente de las características de este tipo crédito asociado", pudiendo ofrecerse también en colaboración con grandes comercios o intermediarios bajo la marca comercial de estos.
