Septiembre se acerca poco a poco y con él un nuevo comienzo en el colegio que siempre viene acompañado de un esfuerzo económico extra para la compra de libros, material escolar, mochilas y/o uniformes. No obstante, no todas las familias se lo pueden permitir.
Con las vacaciones de verano a punto de finalizar, y con la crisis del Covid-19 todavía presente, muchas familias se encuentren con obstáculos y dificultades a la hora de hacer frente a estos gastos extraordinarios, esperados o no, de la vuelta al colegio de sus 'peques'.
Un 29% de las personas que han participado en un estudio de la compañía de gestión de cobro KRUK ha tenido dificultades con algunos pagos extraordinarios generados por la vuelta al cole, desembocando así en deudas.
Según dicha investigación, el 47,7% de la población financia la vuelta al cole mediante ahorros propios y el 35,1% la cubre gracias a su salario, mientras que el 20% hace uso de su tarjeta de crédito para hacer frente a estas facturas.
Un pequeño porcentaje recurre a los préstamos al banco (7,1%), o bien a dinero de amigos y familiares (6,8%). Los porcentajes aumentan entre las personas que cuentan con deudas activas a un 10,8% y un 10,5%, respectivamente.
A pesar de ser un mes en el que la planificación y la organización son muy importantes, sobre todo para aquellas familias con más de un hijo, una gran parte de las personas no planifica con antelación aquellas compras y gastos derivados del nuevo curso escolar, según datos de la compañía de gestión.
CONSEJOS PARA AHORRAR EN LA VUELTA AL COLE
Reducir el gasto, en la medida de lo posible, es importante en esa compra extraordinaria del mes de septiembre. Lo primero a tener en cuenta es la planificación con tiempo, y para ello conviene elaborarse un presupuesto tras hacer un listado de todo aquello que hay que comprar sí o sí. Además, es importante fijarse un máximo de gasto para evitar las compras compulsivas.
Aunque suponga invertir más tiempo del esperado, la búsqueda de los mismos productos en varias tiendas diferentes y comparar precios evita gastos no previstos. Otra opción es la de aprovechar las rebajas de verano para hacerse con material que ya se conoce que va a tener que ser comprado en septiembre: ropa, mochilas, cuadernos, estuches, bolígrafos, calculadoras...
En caso de dificultades económicas, se pueden repartir los gastos en el tiempo puesto que no todo va a ser necesario justo al comenzar. Compras escalonadas según vaya siendo el material imprescindible en las clases.
Por último, los libros de texto pueden ser reutilizados y hay que aprovechar el conocer a estudiantes de cursos superiores para ver si los venden o buscar en plataformas digitales e incluso físicas, lo que permitirá adquirirlos a un precio bastante más reducido.