Prácticamente la totalidad de las familias españolas posee algún tipo de activo, real o financiero. A la hora de desgranarlos, el inmobiliario sigue ocupando la parte más importante. Sin embargo, la vivienda principal pierde presencia a favor de los otros activos inmobiliarios. Una situación propiciada por un mercado del alquiler cada vez más protagonista, principalmente entre la parte más joven de la población.
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¿Comprar casa como inversión? La mayoría tiene poder adquisitivo y piensa en alquilarlaEntre 2014 y 2017, el peso de los activos reales sobre el total se mantuvo estable, constituyendo el 80% del valor de los activos totales de los hogares. El mismo camino siguieron los activos inmobiliarios, que permanecieron representando alrededor del 70%. Además, suponen más del 54% del valor de los activos reales para el conjunto de los hogares y más de un 43% de los activos totales, según la Encuesta Financiera de las Familias elaborada por el Banco de España.
El organismo destaca, no obstante, que en este periodo se produjo una recomposición importante. La vivienda principal pierde peso relativo, cayendo al 43% en 2017 desde el 46% en 2014. Y lo hace a favor de otras propiedades inmobiliarias, donde se incluyen fincas, garajes, naves industriales o locales, sobre todo a medida que aumenta la renta, creciendo hasta el 28% frente al 25% de tres años antes. Según los últimos datos, el 45% de los hogares son propietarios de activos inmobiliarios que no son su vivienda principal. Más concretamente, casi cuatro de cada diez poseen una vivienda que no es su vivienda principal, unas proporciones que aumentan con la renta.
Esta tendencia se observa para todos los grupos de edad, salvo para los hogares cuyo cabeza de familia es menor de 35 años, para los que el peso relativo de la vivienda principal en el total de sus activos aumentó un 11,6%. Aunque esta vivienda, en la mayoría de los casos, no sea en propiedad, sino en régimen de alquiler. Como explican desde el Banco de España, los jóvenes, por sus circunstancias, compran menos y alquilan más. Mientras, los que sí que adquieren viviendas son las personas de mayor edad y con rentas más altas, que ejercen de arrendadores. Por edades, el mayor porcentaje de hogares en posesión de otras propiedades inmobiliarias se observa entre los hogares cuyo cabeza de familia tiene entre 65 y 74 años.
Desde el Banco de España resaltan que el tamaño del mercado del alquiler ha aumentado en los últimos años. Consideran que es "obvio" que se está produciendo un mayor volumen tanto de contratos como de rentas. Por ellos, creen en la necesidad de que haya un mercado que funcione "de manera eficiente" para evitar lo que pasó durante los años de crisis, cuando se registraron tasas de propiedad "altísimas".
Por otro lado, según la encuesta, a finales de 2017, cerca del 10% de los hogares tenían deudas pendientes con objeto de financiar la compra de otras propiedades inmobiliarias. Esta proporción aumenta con la renta y la riqueza y, por edades, es menor para los mayores de 65 años. El valor mediano de la deuda pendiente por la compra de propiedades inmobiliarias distintas de la vivienda principal es de 49.600 euros. En el periodo estudiado, el porcentaje de hogares con deudas por la compra de propiedades inmobiliarias distintas de la vivienda principal se mantuvo prácticamente constante. Del total de la deuda del conjunto de hogares, la ligada a la compra de otras propiedades inmobiliarias representaba casi un 22%.