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La introducción en el mercado de las denominadas fintech ha supuesto un reto al que la banca tradicional tiene que hacer frente. Si hace unos días era la plataforma Robinhood la que anunciaba su intención de convertirse en una alternativa viable de banca digital en EEUU, ahora es un grande de la tecnología el que tiene una nueva licencia. Google ya puede operar como fintech en toda la Unión Europea (UE).

Desde este jueves, la filial de Alphabet está autorizada para emitir y canjear dinero electrónico y para proporcionar servicios de pago como transacciones, retirada de dinero o transferencias en todo el Espacio Económico Europeo después de haber obtenido la licencia por parte del Banco de Lituania (Lietuvos Banka).

La entidad explica que "una vez conseguida la licencia como entidad de dinero electrónico, la compañía podrá emitir dinero electrónico y proporcionar servicios de pago para garantizar el buen funcionamiento de sus mercados en toda Europa, además de trabajar en otros servicios de pago para los consumidores dentro del Espacio Económico Europeo".

Aunque, eso sí, este permiso "está cerca de una licencia bancaria, pero no es lo mismo", con lo que de momento "no tendrá el derecho de aceptar depósitos o proporcionar créditos a los consumidores". No obstante, y a pesar de la limitación de funciones, con esta autorización Google da el primer paso para comenzar a convertirse en un banco. Con lo que no sería exagerado vaticinar que las entidades podrían echarse a temblar dado el poder de marca con el que cuenta la compañía estadounidense.

De hecho, los expertos del Banco de España creen que entre los retos para la banca se encuentra la amenaza que puede suponer la aparición de plataformas que combinan las finanzas con la tecnología, las fintech. "Los mayores retos para la banca son la redefinición de los modelos de negocio y la cooperación con los nuevos agentes, junto con la potencial amenaza que pueden suponer las grandes empresas tecnológicas. Estos factores marcarán el paso de una evolución que, sin ningún lugar a dudas, dejará una profunda huella en los mercados de servicios financieros", subrayan.

Otros creen que en un futuro "cercano" la principal competencia, con productos y servicios realmente sustitutivos a los bancarios, no vendrá de las fintech, sino de las grandes compañías tecnológicas. La normativa abrirá las puertas a que las compañías tecnológicas puedan desarrollar productos que, aprovechando la gran masa de usuarios fidelizados que tienen, presionen "fuertemente" a la banca tradicional, afirma un informe de Funcas y KPMG.

Desde el Banco de Pagos Internacionales (BIS) advierten de la amenaza existencial que las grandes empresas de tecnología como Google y Amazon representan para las instituciones financieras y los bancos tradicionales. En particular destacan la enorme riqueza de datos con los que cuentan, que sumado a la experiencia en tecnología, les da una ventaja competitiva significativa.

En un futuro "cercano" la principal competencia no vendrá de las fintech, sino de las grandes compañías tecnológicas

En cuanto al anuncio de la nueva licencia para Google, el Banco de España explica que el procedimiento de notificación para la apertura de sucursales y libre prestación de servicios en España por entidades de dinero electrónico de otros Estados de la UE queda condicionado a que la institución reciba una comunicación de la autoridad supervisora del país de origen de la entidad de dinero electrónico.

De este modo, en el caso de sucursales, una vez recibida la notificación, el Banco de España lo notificará a la entidad de dinero electrónico y ésta, tras haber inscrito la sucursal en el Registro Mercantil, procederá igualmente a su inscripción en el Registro Especial del Banco de España. "A partir de su inscripción, la sucursal podrá iniciar sus actividades, pero deberá comunicar al Banco de España la fecha del inicio efectivo de las mismas", especifica, a la vez que añade que la libre prestación de servicios se podrá iniciar tan pronto como Banco de España reciba la comunicación de la autoridad supervisora del país de origen.

En marzo, Google ya irrumpió de alguna manera en el sector financiero cuando su asistente virtual por voz incorporó la función de envío o recepción de dinero a través del móvil con los contactos del usuario. También cuenta con Google Pay, el sistema que permite a los usuarios almacenar los datos de su tarjeta para realizar pagos en la tienda o en Internet.

Además, no es la única, ya que en 2016 Irlanda otorgó la licencia de Facebook mientras que Amazon Payments obtuvo su permiso en Luxemburgo. Y con esta licencia, Google podrá ofrecer servicios similares a otras fintech europeas que utilizaron este permiso como punto de partida. Es el caso de Revolut, que ya tiene 3 millones de cuentas.

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