Las grandes empresas tecnológicas han intentado hacerse un hueco en el mercado de las finanzas digitales. Hace años que Apple, Samsung o Google lanzaron sus propios servicios 'Pay' para pagar a través del móvil. Sin embargo, los bancos ganan a las tecnológicas en este ámbito, ya que los consumidores prefieren utilizar la aplicación de su entidad para este fin. Aunque en el abono de las compras hay un triunfador claro: las tarjetas.
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Entre los españoles que usan el móvil para pagar sus compras, el 42% afirma hacerlo a través de la aplicación de su propio banco. Muy por encima del 26% que utilizó Apple Pay, el 22% de Google Pay y el apenas 5% que tiró de Samsung Pay, según estudio elaborado por UniversalPay.
Esto, a pesar de que muchas entidades permiten vincular sus tarjetas a estas aplicaciones. Por ejemplo, los clientes de Bankia y de BBVA pueden utilizar Apple Pay, Samsung Pay y Google Pay, mientras que los de Banco Santander y CaixaBank pueden emplear las dos primeras, como explican desde el comparador HelpMyCash.com.
En cuanto a las perspectivas de cara al futuro, un tercio de los consumidores cree que el móvil será el medio de pago más empleado en los dos próximos años. Más optimistas se muestran los comerciantes. Más de 43% manifiesta que el pago por el móvil será el más utilizado en 2020, mientras que un 60% cree que lo será dentro de cinco años.
Sin embargo, de momento, en lo referente al pago de las compras, hay un medio que gana claramente. Frente al 15% de los consumidores utiliza el móvil habitualmente, está el 72,5% que se decanta por la tarjeta de crédito o débito. De hecho, el uso del llamado dinero de plástico no para de aumentar.
Según el informe, un año antes eran la opción preferida para el 51% de los consumidores, lo que supone que su uso para las compras diarias ha crecido más de 20 puntos porcentuales. Es más, recogiendo los datos sobre la evolución del número de tarjetas en circulación del Banco de España, en 2018 había 83,7 millones, una cifra casi un 6% superior a la del ejercicio anterior.
Respecto al efectivo, sigue teniendo una presencia importante en las compras, ya que cerca del 66% de los consumidores paga en metálico. No obstante, el 60% de los encuestados considera que, en un futuro próximo, nos convertiremos en una sociedad sin dinero físico. Del resto, un 24% cree que eso nunca sucederá, un 4% asegura que ya lo somos y un 24% matiza que seguirá pagando en efectivo aunque su uso prácticamente desaparezca.
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