Los líderes de la Unión Europea (UE) celebran una videoconferencia este jueves para debatir el famoso 'Plan Marshall' de recuperación en respuesta al impacto económico del coronavirus. En los últimos días se ha esbozado el camino hacia una postura de consenso, impulsada por España, principalmente -junto a Francia-, cuyo plan ha sido aplaudido por todos y hasta la Comisión Europea lo apoya formalmente. No obstante, tras la decepción del paquete de rescate que se aprobó antes de Semana Santa, las expectativas de analistas e inversores de que se alcance algún acuerdo están bajo mínimos.
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Sánchez busca una victoria en la UE con una propuesta 'German friendly'Las líneas que dividen a los países son bien conocidas (enfrentan a los Estados del sur con una gran deuda, que piden una gran potencia de fuego financiera compartida, con los del norte con menor deuda, que se resisten a una mayor mutualización de las arcas públicas). Y ninguna casa de análisis consultada estima que se superen fácilmente.
Buena muestra de ello lo ha dado el comportamiento de las primas de riesgo, con la española disparada a niveles de junio de 2016 y la italiana en su peor cotización desde julio de 2019. Los inversores buscan refugio en activos seguros como el bono alemán dadas las escasas opciones de que en la reunión del Consejo Europeo arroje luz sobre cómo financiar el billón de euros que costará reflotar las economías del bloque comunitario, cantidad que ha adelantado la propia presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen.
Thierry Breton, comisario europeo de Mercado Interior, comentó este martes que la UE debería gastar el 10% del PIB para enfrentar la crisis del Covid-19. Además, apuntó que el sector del turismo debería recibir entre un 20% y un 25% de las ayudas del fondo de recuperación que prevé crear la UE para relanzar la economía. El director general del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), Klaus Regling, previó que se requeriría “al menos” de otros 500.000 millones de euros de las instituciones europeas, además del montante de 540.000 millones ya acordado.
A la vista de estas cifras, las necesidades se tienen claras. El problema es la profunda disensión sobre los medios para recaudar la pantagruélica cantidad que se precisa para la recuperación tras la pandemia. El plan del Gobierno de Pedro Sánchez, presentado este lunes al presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y que tan buenas sensaciones ha causado, elevó a 1,5 billones de euros el monto final.
La propuesta española mantiene la posición inicial de conseguir financiación para los países más golpeados por la pandemia, pero con una reformulación apta para Alemania. La canciller Angela Merkel ha insistido en que no aceptará ningún tipo de bonos europeos, una idea que ha sido impulsada en el pasado por los países del sur de la UE para compartir la carga de la deuda de la reconstrucción económica.
Con la lección aprendida tras el vapuleo de hace menos de dos semanas, el Gobierno PSOE-Podemos ha planteado un fondo de recuperación vinculado al presupuesto de la UE, una idea similar a la de Francia y que Alemania puede aceptar porque no conllevaría modificaciones legales que impliquen una votación compleja en el Bundestag y posibles apelaciones ante el Tribunal Constitucional de este país.
Así, Pedro Sánchez defenderá que la inversión “debería financiarse a través de deuda perpetua de la UE, respaldada por los mecanismos actuales que financian el presupuesto de la UE, apoyándose en la valoración triple A de las instituciones (… ) El BCE continuará jugando un papel clave para asegurar la estabilidad financiera a través de la liquidez y otras medidas”, reza el texto.
La idea de deuda perpetua ha sido muy bien acogida. La ha respaldado el reputado multimillonario George Soros y el rotativo británico Financial Times la ha valorado como "la mejor de las muchas ideas que han surgido", cuyos "méritos" son "irrefutables". De hecho, la Comisión Europea ha comprado la idea hasta tal punto que trasladará hoy a los jefes de Estado su propuesta de emitir más deuda.
Todavía deben discutirse cómo será está salida a los mercados en busca de financiación y si el dinero se distribuirá después a los estados miembros en forma de préstamos o subvenciones. "La UE se prepara para una cumbre tensa ya que los líderes no se ponen de acuerdo", comentan los expertos de Alpha Value. "Los mandamases del club europeo se dirigen a esta cumbre virtual sin ninguna propuesta concreta de las instituciones del bloque sobre cómo financiar un controvertido fondo de recuperación económica, lo que aumenta las posibilidades de otro enfrentamiento inconcluso", lamentan.
Sin embargo, sí se comparte la idea de que la emisión de deuda por parte de la Comisión puede llegar a ser la solución que alinee a las capitales europeas. No sería la primera vez que se utiliza este método, ya que se utilizó un mecanismo similar en los rescates de Portugal e Irlanda y, el fondo de 100.000 millones contra el desempleo que el Eurogrupo validó dentro del paquete de medidas a corto plazo, también prevé una financiación de este tipo.