¿Fin a la crisis política de Francia? El presidente del país galo, Emmanuel Macron, ha nombrado a François Bayrou como nuevo primer ministro tras la caída del Ejecutivo liderado por Michel Barnier.
El veterano político de 73 años es el líder del partido de centroderecha Movimiento Democrático (MoDem), formación que fundó en 2007, ha sido el elegido tras varios días de deliberación. Inicialmente se pensaba que Macron elegiría al sucesor un día después de la renuncia de Barnier el pasado 5 de diciembre, pero el presidente galo ha retrasado su decisión hasta este viernes.
Alcalde de la localidad pirenaica de Pau desde 2014, Bayrou es un aliado histórico de Macron. En 2017, Bayrou rechazó la candidatura presidencial y, en su lugar, dio su apoyo a Macron y a su partido La República en Marcha, formación que lidera la coalición centrista Juntos (Ensemble). Tras ello, Bayrou fue nombrado ministro de Justicia en el Ejecutivo liderado por Édouard Philippe, aunque renunció al cargo apenas 35 días después.
Los expertos destacan el perfil dialogante de Bayrou, un aspecto que será clave en este fragmentado parlamento. La complicada aritmética del hemiciclo francés volverá a ser un importante reto para el Ejecutivo que liderará Bayrou. Y es que el veterano político tendrá que hacer equilibrios para conseguir una mayoría parlamentaria suficientemente estable para promover su agenda política, pero sin provocar a un parlamento que ya sabe que puede derrocarlo.
Cabe recordar que el Gobierno de Barnier cayó después de intentar aprobar los Presupuestos del próximo año mediante decreto, movimiento que provocó una moción de censura apoyada por la coalición de izquierdas del Nuevo Frente Popular y el partido de ultraderecha de Marine Le Pen, Agrupación Nacional.
En este sentido, Marine Le Pen ha instado a Bayrou a escuchar a la oposición para construir un "presupuesto razonable y reflexivo". A su vez, el presidente de la Agrupación Nacional, Jordan Bardella, afirmó que las "líneas rojas" de la política del partido siguen vigentes.
En el otro lado del espectro, el líder del Partido Comunista, Fabien Roussel, calificó en redes sociales la designación de Bayrou como una "mala idea" y cuestionó si el nuevo primer ministro continuará con políticas que "han fracasado y han sido castigadas". La coalición de izquierdas criticó en su momento el nombramiento de Barnier por su perfil conservador y se fue a la oposición.
El partido de ultraderecha exige concesiones como el aumento de las pensiones, la eliminación de los recortes previstos en los reembolsos de medicamentos y la reducción de las contribuciones al presupuesto de la Unión Europea. Mientras tanto, la Nueva Frente Popular busca aumentar el gasto público y elevar los impuestos a los superbeneficios y a los más ricos. Cabe señalar que la coalición de izquierdas tiene el mayor número de diputados del hemiciclo, con 182 escaños, mientras que la Agrupación Nacional es la tercera fuerza del parlamento, con 143 escaños.
Por ahora, los analistas creen que es probable que los principales bloques políticos de Francia acuerden un presupuesto provisional que simplemente extienda el presupuesto de 2024 al próximo año. Esto evitaría un "cierre" gubernamental al comienzo del año, en el que Francia no podría cumplir con sus obligaciones financieras.
Sin embargo, esta medida retrasaría la necesidad urgente de abordar los problemas fiscales de Francia, con un déficit presupuestario que ya se prevé alcance el 6.1% del PIB en 2024, y que podría aumentar aún más si no se toman medidas para controlar el gasto.