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El histórico momento ha llegado. Y ha sido mucho más grande de lo esperado. El Banco Central Europeo (BCE) ha salido del terreno negativo en su primera subida de tipos en 11 años al incrementar en 0,50% las tasas. El tipo de interés de las operaciones principales de financiación y los tipos de interés de la facilidad marginal de crédito y de la facilidad de depósito aumentarán hasta el 0,50%, 0,75% y 0,00%, respectivamente, con efectos a partir del 27 de julio de 2022. Además, el banco central ha aprobado el Instrumento para la Protección de la Transmisión (Transmission Protection Instrument, TPI), la herramienta destinada a prevenir la fragmentación en los mercados de deuda.

"Es un momento histórico para mí, por lo menos", ha asegurado la presidenta del banco central, Christine Lagarde, sobre la subida de tipos. "En nuestras próximas reuniones, será conveniente una mayor normalización de los tipos de interés", reza la declaración del organismo. "La anticipación de la salida de los tipos de interés negativos nos permite hacer una transición a un enfoque de reunión por reunión para nuestras decisiones sobre los tipos de interés. Nuestra futura senda de tipos de interés seguirá dependiendo de los datos y nos ayudará a cumplir nuestro objetivo de inflación del dos por ciento a medio plazo", prosigue.

En el contexto de la normalización de nuestra política, evaluaremos las opciones para remunerar el exceso de liquidez", ha señalado. "Iremos mes a mes, paso a paso", ha declarado Lagarde y ha dado carpetazo a la famosa orientación futura de la era Draghi que el banco central proporcionaba desde 2013 y que se había considerado exitosa durante casi una década.

El BCE tenía que actuar alto y claro. Y lo hizo, con una primera subida de tipos de 50 puntos básicos. Ante el aumento de la inflación y la caída del euro frente al dólar, el BCE no tenía más remedio que actuar con contundencia", comenta Franck Dixmier, director de inversiones global de Renta Fija de Allianz Global Investors. Por otra parte, con esta subida de 50 puntos básicos, frente a los 25 anunciados anteriormente, esta reunión marca el fin del 'forward guidance', los preanuncios a los mercados de los tipos y otras decisiones del banco central. "Esto no es malo. Atarse las manos en un entorno tan cambiante no tenía sentido", dice Dixmier.

Por otra parte, Lagarde ha reconocido que "la decisión de tipos se ha tomado en relación a la inflación y la caída del euro". La presidenta del BCE también ha hecho referencia a que se ha protegido la transmisión de la política monetaria lo que permite subir los tipos.

En concreto, el supervisor monetario, ha aprobado el Instrumento para la Protección de la Transmisión (Transmission Protection Instrument, TPI), la herramienta destinada a prevenir la fragmentación en los mercados de deuda. Mientras el Consejo de Gobierno sigue normalizando la política monetaria, el TPI asegurará la transmisión fluida de la orientación de dicha política a todos los países de la zona del euro. La unicidad de la política monetaria del Consejo de Gobierno es condición indispensable para que el BCE pueda cumplir su mandato de mantener la estabilidad de precios.

Este instrumento se sumará al conjunto de herramientas del Consejo de Gobierno, dice el instituto emisor, y "puede activarse para contrarrestar dinámicas de mercado no deseadas o desordenadas que constituyan una seria amenaza para la transmisión de la política monetaria en el conjunto de la zona del euro". El "volumen de las compras en el marco del TPI dependerá de la gravedad de los riesgos para la transmisión de la política". No se han establecido restricciones ex ante para las compras. Al salvaguardar el mecanismo de transmisión, el TPI permitirá al Consejo de Gobierno cumplir con mayor efectividad su mandato de mantener la estabilidad de precios.

La presidenta del organismo ha asegurado que "todos los países (de la eurozona) son elegibles para el TPI", y que está destinado a paliar "los riesgos de todos los países de la zona euro". Eso sí, este instrumento "se activará en determinadas circunstancias" y cuando el Consejo de Gobierno decida que un país es elegible para el TPI, intervendrá y no habrá límites.

Sobre la inflación, el banco central ha reconocido que es alta. "Seguiremos muy atentos a lo que pasa en los precios de la energía, especialmente a los del gas", ha dicho Lagarde.

Finalmente, preguntada por la recesión, ha dicho la presidenta del BCE que las proyecciones indican que "no hay recesión ni este ni el próximo año", asegura Lagarde.

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