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Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo (BCE), confía en que la economía siga creciendo en 2022 pese a la guerra en Ucrania y la reducción de las perspectivas que han llevado a cabo desde el organismo.

Puede consultar aquí el directo especial de 'Bolsamanía' sobre la guerra.

Tras la reunión del 10 de marzo, el BCE llegó a la conclusión de que la guerra "reduciría el crecimiento y aumentaría la inflación a través de precios más altos de la energía y las materias primas, la interrupción del comercio internacional y una confianza más débil". Sin embargo, "si se materializa el escenario de referencia de las proyecciones del personal, la economía aún debería crecer con fuerza en 2022 gracias al impacto decreciente de la pandemia y la perspectiva de una demanda interna sólida y mercados laborales fuertes", tal y como ha indicado en el discurso realizado en el 'Wirtschaftsgipfel' de Welt/Axel Springer.

Pese a todo Lagarde sigue reconociendo cierta incertidumbre en torno a las perspectivas. "Las repercusiones de la guerra en la economía dependerán de cómo evolucione el conflicto, del impacto que tendrán las sanciones actuales y de las medidas adicionales que se tomen", explica. Es por ello que tienen en cuenta dos posibles escenarios alternativos para las ramificaciones económicas y financieras. En estos, la evolución del PIB y los precios podría ser considerablemente peor en el corto plazo. "Sin embargo, en todos los escenarios, aún se espera que la inflación disminuya progresivamente y se asiente en niveles cercanos a nuestra meta de inflación del 2% en 2024", afirma.

En base a las perspectivas, el BCE decidió reducir el ritmo de las compras netas de activos para el segundo trimestre, manteniendo la opción de responder a las circunstancias cambiantes. "La calibración de las compras netas para el tercer trimestre dependerá de los datos y reflejará nuestra evaluación evolutiva de las perspectivas", insiste Lagarde.

Si los datos respaldan las expectativas, el BCE concluirá las compras netas en el tercer trimestre. En cambio, si los indicadores macroeconómicos cambian y las condiciones de financiamiento se vuelven inconscientes, "estamos listos para revisar nuestro cronograma de compras netas en términos de tamaño y/o duración".

Sobre los tipos de interés, ha recordado que se subirán tras la finalización de las compras netas y de forma gradual. "La trayectoria de las tasas de interés seguirá estando determinada por nuestra orientación a futuro y por nuestro compromiso estratégico de estabilizar la inflación en un dos por ciento a mediano plazo", ha sentenciado.

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