El índice de precios al consumo (IPC) de Reino Unido se situó en agosto en el 9,9%, frente al 10,1% registrado en julio, y no alcanzó las estimaciones del 10,2%, según informó el miércoles la Oficina de Estadísticas Nacionales de Reino Unido (ONS). El índice retrocedió desde el nivel más alto desde 1982 gracias a la caída de los precios de los combustibles, aunque los precios de los alimentos siguieron subiendo mientras persiste la crisis del coste de la vida en el país.
Por su parte, el indicador de inflación subyacente (que excluye la volatilidad de los alimentos y la energía) subió al 6,3% interanual el mes pasado, frente al 6,2% registrado en julio, cumpliendo el consenso del mercado del 6,3%.
Las cifras mensuales mostraron que los precios al consumo de Reino Unido subieron un 0,5% en agosto, frente al 0,6% previsto y el 0,6% anterior.
El índice de precios al por menor de Reino Unido para agosto se situó en el 0,6% intermensual y en el 12,3% interanual, por debajo de las estimaciones en todo el horizonte temporal.
"La caída del precio de los carburantes de automoción supuso la mayor contribución a la baja a la variación de las tasas de inflación anual tanto del IPCH como del IPC entre julio y agosto de 2022", dijo la ONS en su informe. Y añadió: "El aumento de los precios de los alimentos hizo la mayor contribución al alza, parcialmente compensada, al cambio de las tasas".
