La economía de Reino Unido se ha ralentizado notablemente en el segundo trimestre hasta el -0,1%, desde el 0,8% que avanzó el Producto Interior Bruto (PIB) de enero a marzo. Sin embargo, el frenazo del PIB ha sido menor de lo esperado por el consenso del mercado, que había previsto una caída al -0,2%. En términos interanuales, la economía británica ha crecido un 2,9%, desde el avance del 8,7% del mismo período del año anterior.
La Oficina Nacional de Estadística (ONS por sus siglas en inglés) británica señaló que los dos días festivos para celebrar el jubileo de la Reina contribuyeron a una caída de la producción del 0,6% sólo en junio.
La semana pasada, el Banco de Inglaterra advirtió que espera que la economía del Reino Unido entre en su recesión más larga desde la crisis financiera mundial en el cuarto trimestre. Por su parte, se prevé que la inflación alcance un máximo superior al 13% en octubre.
"En los distintos indicadores del PMI, a pesar del aumento de los costes, la actividad económica ha sido positiva, lo que choca con las cifras oficiales de la ONS, que muestran todo lo contrario", comenta Michael Hewson, analista de CMC Markets.
Las ventas al por menor también han sido negativas en lo que va de trimestre, aunque las celebraciones del Jubileo de Platino de la Reina podrían haber actuado como un catalizador positivo en términos de cifras de turismo.
"Hemos visto en las últimas cifras del PIB de países como España e Italia cómo el turismo puede ofrecer un catalizador positivo y, con una libra barata, Reino Unido podría ver un aumento similar, lo que podría hacer que el Reino Unido evite más números negativos, incluso cuando el tercer trimestre ofrece un entorno aún más difícil", indica Hewson.