El primer ministro de Reino Unido, Boris Johson, ha descartado con contundencia los controles aduaneros en la frontera o cerca de la frontera con Irlanda del Norte, aunque ha exigido recuperar el control fronterizo de Reino Unido y plena libertad comercial. Durante su conferencia de clausura del Congreso del Partido Conservador británico, el primer ministro ha negado que esta medida se incluya en su última propuesta para el Brexit que entregará a la Unión Europea (UE) este mismo miércoles.
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Brexit: habrá otra prórroga pese al 'endgame' de Johnson sobre Irlanda"Hoy en Bruselas presentamos lo que creo que son propuestas constructivas y razonables y que proporcionan un compromiso para ambas partes", ha señalado Johnson, quien ha enfatizado que "bajo ninguna circunstancia tendremos controles de aduanas en o cerca de la frontera en Irlanda del Norte". "Respetaremos el proceso de paz y el acuerdo del Viernes Santo", ha subrayado.
De hecho, ha sacado pecho de su plan, que según apuntan los medios británicos, contempla que Reino Unido abandone tanto el mercado único como la unión aduanera en 2021, mientras que Irlanda del Norte deje solo la unión aduanera pero permanezca dentro del mercado único de la UE durante cuatro años. "Iremos más allá y protegeremos los acuerdos reglamentarios existentes para los agricultores y otras empresas en ambos lados de la frontera", ha expresado.
"Al mismo tiempo, permitiremos que el Reino Unido, en su totalidad, se retire de la UE, con el control de nuestra propia política comercial desde el principio", ha continguado el 'premier', que también ha reiterado la advertencia que ya ha hecho a Bruselas en varias ocasiones: "Estamos preparados para un Brexit duro".
De hecho, sin abandonar su habitual tono de amenaza, ha avisado a los líderes de 'los Veintisiete' de que si rechazan su última oferta, la alternativa será un divorcio sin acuerdo. "Espero que nuestros amigos (de la UE) lo entiendan y se comprometan a su vez", ha declarado, "porque si no logramos un acuerdo debido a lo que es esencialmente una discusión técnica sobre la naturaleza exacta de los futuros controles aduaneros, no cabe duda que la alternativa es que no haya acuerdo".
"No es el resultado que queremos ni el que estamos buscando, así que hagámoslo, logremos que el Brexit culmine el 31 de octubre", ha añdido el líder conservador, "para recuperar el control de nuestras aduanas, de nuestas leyes y de nuestro dinero", o de lo contrario "habrá graves consecuencias para la democracia". Asimismo, ha hecho hincapié en que un nuevo aplazamiento "no tiene sentido y es caro" y porque se debe "empezar a construir una relación futura con la UE cuanto antes".
EUROPA, ESCÉPTICA
El plan de Johnson "está lejos de ser una solución perfecta para lo que parece un problema imposible, pero bien podría ser un punto de partida tan bueno como cualquier otro para un compromiso", valora David Cheetam, analista de XTB.
"Si bien no se espera que haya una respuesta oficial de Bruselas hasta después de una llamada telefónica entre el presidente de la Comisión Europea,Jean-Claude Juncker y Johnson, lo que llega de Europa esta mañana sugiere que estas propuestas pueden no ser suficientes para forjar un gran avance", agrega. El bloque comunitario ha dicho que los examinará de manera objetiva antes de tomar una decisión y que desean iniciar una discusión constructiva con el Reino Unido.