Italia ha paralizado en la tarde del jueves la salida de un cargamento que contaba con 250.000 dosis de la vacuna de AstraZeneca dirigidas a Australia. Según fuentes europeas, el veto a la salida del contingente se ha realizado para evitar que dosis producidas en la Unión Europea (UE) sean exportadas a un tercer país, mientras que el fabricante incumple los volúmenes de suministro acordados con el club comunitario.
Italia ha utilizado para este veto el esquema de transparencia de exportaciones de la Comisión Europea, iniciado tras la primera crisis con AstraZeneca, cuando la compañía anunció que solo entregaría un cuarto de las dosis prometidas para el primer trimestre.
La Comisión Europea inició este mecanismo de control de exportaciones el pasado enero. El mecanismo permite a los miembros de la UE incautar cargamentos de vacunas si sospechan que estas corresponderían a la UE y, sin embargo, están siendo desviadas a otros compradores en el exterior.
En este contexto, los laboratorios tienen que informar de manera detallada a las autoridades de aduanas sobre su intención de exportar vacunas fuera de la Unión Europea, con datos sobre el volumen del contingente, lugar de producción y lugar de destino. Las autoridades del estado miembro pueden decidir, por tanto, si autorizan o no la exportación en función del análisis de estos datos.
Italia ha justificado su decisión alegando incumplimiento del contrato. Se trata de la primera vez que un miembro de la UE decide tomar esta decisión tras aprobarse el mecanismo europeo.