Las fiestas celebradas en Downing Street, residencia oficial del primer ministro británico, durante la pandemia no debieron celebrarse y su responsabilidad corresponde “al liderazgo político y oficial”. Así de clara se expresa Sue Gray, la funcionaria encargada de la investigación independiente y oficial sobre el ‘partygate’, el escándalo que arrastra Boris Johnson desde hace meses.
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La mayoría de británicos quiere la dimisión de Johnson, que se disculpa por la fiestaEn un detallado informe de 37 páginas, Gray aporta extensa documentación, entre la que figuran fotografías de Johnson celebrando con una copa de vino en la mano. En la investigación, la funcionaria relata que algunas celebraciones se prologaron hasta pasadas las cuatro de la mañana y que en ellas hubo al menos una pelea entre asistentes, así como amenazas a personal de limpieza de Downing Street, que en alguna ocasión llegaron a encontrarse “vino por las paredes” y “restos de vómitos” en la residencia oficial del primer ministro. "Se me informó de múltiples ejemplos de falta de respeto y mal trato a empleados de seguridad y de limpieza. Eso es inaceptable", sentencia la funcionaria.
"Muchos estarán consternados de que un comportamiento de este tipo haya tenido lugar a esta escala en el corazón del Gobierno", afirma Gray, al tiempo que subraya que “el público tiene derecho a esperar los más altos estándares de comportamiento en esos lugares y claramente lo que sucedió estuvo muy por debajo de esto". "Muchos miles de personas de todo el país trabajaron incansablemente para lograr resultados en tiempos sin precedentes", añade Gray.
Sin embargo, la funcionaria ha señalado que es “su firme convicción” que estos erráticos comportamientos “no reflejaban la cultura predominante en el Gobierno y funcionarios públicos en aquel momento”.
Si bien algunos hechos ya se conocían, ha sido la publicación de algunos detalles, particularmente del material gráfico, los que han redoblado la presión sobre un Johnson que ha asegurado estar “avergonzado”, pero se ha negado a dimitir y se ha mantenido firme en su postura de que siempre creyó que asistía a “reuniones de trabajo”.
"Espero que hoy, además de aprender las lecciones del informe de Sue Gray, podamos seguir adelante y centrarnos en las prioridades del pueblo británico", ha declarado Johnson, quien ya ha sido sancionado por la Policía Metropolitana de Londres, al igual que el ministro de Finanzas Rishi Sunak.