La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha informado este miércoles, ante el Parlamento Europeo, de "un progreso genuino" en las conversaciones de Brexit. No obstante, ha avisado de que persiste el riesgo de que Reino Unido deje la Unión Europea sin un acuerdo el 31 de diciembre, un resultado para el que, ha especificado, el bloque está preparado.
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Reino Unido y los Veintisiete están llevando a cabo un último esfuerzo para acordar los términos que mantengan el libre comercio, sin aranceles ni cuotas, desde comienzos de 2021, después de que termine el actual período de transición entre Londres y Bruselas. En este sentido, "los próximos días serán decisivos", ha señalado Von der Leyen, quien ha agregado: "La Unión Europea está bien preparada para un escenario sin salida, pero por supuesto preferimos tener un acuerdo."
"Con muy poco tiempo por delante, haremos todo lo que esté a nuestro alcance para llegar a un acuerdo. Estamos listos para ser creativos. Pero no estamos listos para cuestionar la integridad de nuestro mercado único", setenció la presidenta del Ejecutivo comunitario.
Por el momento, el avance se centra en que los negociadores han acordado el esquema de un nuevo tratado de asociación sobre bienes y servicios, así como sobre transporte, ha anunciado. Sin embargo, los tres principales obstáculos para un acuerdo, el reparto de las cuotas de pesca y el acuerdo sobre el acceso a las aguas; encontrar formas de resolver futuras controversias; y garantizar el juego limpio económico para las empresas, incluso en lo que respecta a las ayudas estatales, siguen en el aire.
"Necesitamos establecer mecanismos robustos, asegurando que la competencia es -y permanece- libre y justa a lo largo del tiempo. En los debates sobre la ayuda estatal, seguimos teniendo problemas graves, por ejemplo en lo que respecta a la aplicación de la ley", ha explicado el alto cargo comunitario.
Von der Leyen ha argumentado ante el Parlamento que la UE necesita poder tomar represalias contra el comercio si Reino Unido socava las normas laborales o ambientales en el futuro y que el bloque quería previsibilidad a largo plazo para su industria pesquera, que se enfrenta a una reducción de las capturas después de Brexit.
