• Si gana el 7 de mayo, Macron deberá obtener la mayoría parlamentaria en junio para sacar adelante su programa político
  • Le Pen no conseguiría superar el umbral de votos necesarios el 7 de mayo en ninguno de los escenarios analizados por Barclays
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El alivio generalizado que ha recorrido los mercados financieros después de que los resultados de la primera ronda de las elecciones en Francia hayan cumplido con lo anticipado en las encuestas, se ha transformado rápidamente en un sentimiento de confianza total en que Emmanuel Macron se convierta en próximo inquilino del Elíseo el 7 de mayo. Analistas, inversores, mercados y electores coinciden de manera casi unánime y se decantan por la victoria del candidato de la plataforma ‘En Marcha’. Ante este panorama, muchos se han apresurado a firmar el ‘acta de defunción’ de la otra contrincante, la candidata del Frente Nacional, Marine Le Pen. Pero aunque pierda la candidata de la ultra-derecha y se elimine el peligro del ‘Frexit’, los riesgos para Francia no cesan ya que el socioliberal deberá acometer una ambiciosa reforma económica que tiene pocos visos de sacar adelante.

En el mercado de las divisas, el ‘rally de alivio’ del euro lo ha llevado a conquistar niveles no vistos desde el pasado 10 de noviembre contra el dólar, en los 1,0940 dólares. La última vez que la ‘moneda única’ operaba en estos precios, el presidente de los EEUU, Donald Trump, acababa de ganar las elecciones y el dólar aún no había alumbrado su escalada alcista impulsada por el republicano. Ahora, algunos analistas como Kathleen Brooks, de City Index, ven probabilidades de que el impulso alcista de la ‘moneda única’ pueda extenderse hasta los 1,1200 dólares -el máximo antes de los comicios estadounidenses- en las próximas dos semanas, si todas las apuestas siguen apuntando a Macron. En otros mercados financieros, el Cac 40, el índice de la bolsa de París ha registrado su mayor alza desde 2012, el Dax ha intentado asaltar sus máximos históricos de abril de 2015 y el Ibex se ha catapultado a nuevos máximos anuales.

Aunque el 7 de mayo pierda Le Pen y se elimine el peligro del ‘Frexit’, los riesgos para Francia no cesan ya que Macron deberá acometer una ambiciosa reforma económica

Brooks señala que, con el resultado de la primera ronda en el bolsillo, que además ha otorgado una ventaja de más de dos puntos a Macron, “el escenario de pesadilla se ha evitado y se ha ayudado a solidificar el futuro de la Unión Europea y el euro”. Neil Wilson, analista de ETX Capital Markets cree que las encuestas no ofrecen ninguna opción real a Le Pen en la segunda vuelta frente al candidato centrista, “las grandes preocupaciones que proyectaban su sombra sobre estas elecciones: el ‘Frexit’ y la ruptura de la eurozona se han despejado definitivamente”. Sin embargo, hay un largo camino por delante, ya que, de ser vencedor en la segunda ronda de las presidenciales, Macron todavía deberá conquistar la mayoría parlamentaria en las elecciones legislativas del 11 y 18 de junio. Un paso fundamental para que se disipen de una vez por todas todas las preocupaciones de los inversores.

Este es, precisamente, el quid de la cuestión. Para los economistas de Rabobank, la reacción de los mercados, y en especial de la ‘moneda única’, se explica por las reverberaciones que la carrera hacia el Elíseo tienen en el futuro de la zona euro y la Unión Europea (UE). Este factor también se halla tras el rally en las plazas europeas, que han reaccionado con euforia ante las menguantes opciones de que la candidata de la extrema derecha lleve a cabo una de sus propuestas estrella: un referéndum sobre la permanencia del país en el euro. La líder de la ultra-derecha gala ha asegurado que, si se hace con el Elíseo, tiene la intención de iniciar una ronda de contactos con los otros 18 países que forman parte de la unión monetaria y celebrar la votación en el plazo de seis meses después de las elecciones. La opinión de los economistas es casi unánime: el abandono de la ‘moneda única’ acarrearía situaciones para Francia que van de lo imprevisible a lo catastrófico y el país se abocaría a una situación insostenible.

Los franceses parecen estar de acuerdo. Un 71% de electores quiere mantener el euro como divisa y permanecer en la Unión Europea (UE). La propuesta de la candidata de la ultra-derecha es restaurar el franco, una opción que no parece tener recorrido entre los votantes. De hecho, la primera encuesta de Ipsos sobre intención de voto el 7 de mayo es fulminante para Le Pen. Macron se convertiría en el octavo presidente de la V República con un 62% de los votos, frente al 38% que obtendría la candidata de la ultra-derecha. Este gran apoyo se explica porque la mayoría de electores del resto de fuerzas políticas acudirán a las urnas con la idea en mente de frenar a Le Pen. El 62% de los votantes de Jean-Luc Mélenchon, el 48% de François Fillon y el 79% de Benoît Hamon tienen la intención de votar por Macron en la segunda vuelta. Y el 92% de electores del candidato de centro afirman que su elección es definitiva.

De hecho, en estos momentos, la líder del Frente Nacional no cuenta ni con la confianza de su propio electorado: sólo un 40% apuesta porque será la presidenta, frente al 40% de votantes de la ultra-derecha que cree que Macron saldrá vencedor, siempre según el sondeo de Ipsos.

LOS RIESGOS PARA MACRON Y PARA LE PEN

El ex ministro socialista lo tiene todo a favor. Los dos candidatos del ‘stablishment’ perdedores en la primera vuelta del 23 de abril, Fillon y Hamon, ya se han apresurado a apoyarle. Bruselas se decanta de forma unívoca por Macron, que presenta un programa de continuidad con Europa y de refuerzo del proyecto europeo, sin embargo, en las dos semanas de campaña que quedan por delante, Le Pen sabrá aprovechar bien las diferencias que les separan para convencer a los votantes más conservadores, ya que más de la mitad de electores del partido Republicano está ahora mismo indeciso ante las urnas.

Le Pen no conseguiría superar el umbral de votos necesarios el 7 de mayo en ninguno de los escenarios analizados por Barclays

No obstante, según los economistas de Rabobank, “el mayor riesgo para Macron radica en la complacencia entre su base de electores menos comprometidos, que podrían desembocar en una abstención”. “Por contra, los votantes de Le Pen son mucho más leales, aunque el Frente Nacional tiene una capacidad limitada para llegar más allá de su base de votantes”, señalan estos expertos. Además, la alta participación (alrededor de 80%) en la que tradicionalmente se da en la segunda vuelta electoral debería favorecer al candidato de ‘En Marcha”, indican los expertos del banco de inversión holandés.

Pero, según explican analistas de Barclays en una nota para clientes, en el mejor de los casos, “añadiendo a los electores del Frente Nacional la masa de voto indeciso y el porcentaje de votantes que ha optado por otras fuerzas en la primera ronda y que no se ha decantado claramente por Macron, Le Pen no conseguiría superar el umbral de votos necesarios” en ninguno de los escenarios que analizan estos economistas.

REFORMAS VS. PROTECCIONISMO: LOS PLANES ECONÓMICOS DE LOS CANDIDATOS

Este aluvión de previsiones en contra no desanimarán a Le Pen. De hecho, el Frente Nacional ya ha hecho historia al obtener sus mejores resultados en unos comicios presidenciales. Desde que Marine Le Pen tomó las riendas de la formación que fundó su padre Jean-Marie en 1972, los resultados electorales no han hecho sino mejorar. Después del histórico primer puesto en las elecciones europeas de 2015, la formación siguió cosechando buenos resultados que la segunda posición de su líder en las presidenciales ha venido a superar.

Los 7,6 millones de votos cosechados por Marine Le Pen suponen un récord, pero al partido ultraderechista le perjudica especialmente el sistema a dos vueltas imperante en Francia. Tanto en las presidenciales, como en las legislativas, suele imperar el llamado "frente nacional" que conforman las fuerzas socialistas y de centro-derecha y que impone un "cordón sanitario" apoyando a cualquiera que sea el candidato que debe enfrentarse al del Frente Nacional.

El programa de Le Pen, además, incluye puntos tan polémicos como el ya abordado abandono del euro y de las instituciones europeas y hace del proteccionismo su bandera, con propuestas como la de abandonar el espacio Schengen y reintroducir los controles fronterizos. Además, el partido se mantiene firme en sus ideas islamófobas y en el cierre de fronteras a la inmigración. También contempla ampliar las contribuciones a la seguridad social a través de una menor complejidad fiscal y administrativa y revertir cualquier reforma del mercado laboral. Quiere reducir la edad de jubilación a 60 años, reducir los impuestos a las medianas empresas y gravar con un impuesto la contratación de extranjeros.

Por contra, las propuestas de de Macron en materia de economía descansan sobre tres pilares: un recorte en el gasto público, una política fiscal más "justa" y un plan de inversión de 50.000 millones de euros. Promete asimismo reformar el mercado laboral permitiendo una negociación colectiva más firme, así como una rebaja de los cargos sociales. Además, propone un subsidio de desempleo universal que se condicione a la participación activa. Deja intacta la actual edad de jubilación en 62 años intacta y propone un gran inversión en educación. También contempla nuevos acuerdos de libre comercio e integración que “podrían dar un nuevo impulso al proyecto europeo”, señalan los economistas de Rabobank.

Como independiente, es muy poco probable que Macron se alce con la mayoría necesaria en el Parlamento francés. Esto significa que los problemas y los reveses económicos en Francia no se resolverán pronto.

Sin embargo, estos expertos ponen en cuarentena su capacidad para llevar a cabo todas sus propuestas. “como independiente, es muy poco probable que se alce con la mayoría necesaria en el Parlamento francés en las elecciones legislativas de junio y esto “significa que los problemas y los reveses económicos en Francia no se resolverán pronto”.

LOS PROBLEMAS, LEJOS DE ACABARSE CON MACRON

Otros expertos consultados también dudan de su capacidad de llevar a cabo todas las reformas que el país necesita. Coinciden en que el socioliberal en sí mismo no es necesariamente un presidente que pueda desempeñar el tipo de políticas que le dará más fuerza al euro. “El primer reto al que se enfrentará el nuevo presidente será obtener una mayoría en las elecciones parlamentarias de junio”, indican expertos de La Française, quienes también advierten que “hasta entonces, podrían continuar las fluctuaciones en los mercados financieros a las que seguiremos atentos”.

Dado que ninguno de los candidatos tiene mayoría en el parlamento francés (Asamblea Nacional), las próximas elecciones en ese frente son cruciales de cara a la gobernabilidad durante los próximos cinco años. Las elecciones legislativas de los más de 500 escaños de la Asamblea tendrán lugar el 11 de junio (primera ronda) y 18 de junio (segunda y última ronda). “Dado que ninguno de los candidatos tiene ninguna perspectiva de obtener una mayoría, estas elecciones serán instrumentales en la determinación del éxito doméstico y por lo tanto económico de la próxima presidencia de la V República”, argumentan desde Rabobank.

Ante este panorama, a pesar de que los mercados puedan sentirse relajados con respecto a los riesgos de que Francia abandone el euro, la situación interna en el país está lejos de ser cómoda, “el país necesita reformas en muchas áreas, como el mercado de trabajo y el sector público. Macron promete estas reformas, pero sus posibilidades de ponerlas en práctica no son reales”, según Lars Henriksson, estratega en Handelsbanken Capital Markets.

“En consecuencia, en el caso de una victoria de Macron podríamos ver una (moderada) recuperación de la crisis en los mercados financieros y la expansión francesa frente a los bancos alemanes podría volver a disminuir”, señalan los analistas de Rabobank. Si, por contra, es Le Pen quien gana la presidencia, “podríamos ver la reacción opuesta, ya que su agenda puede perjudicar gravemente la confianza en el Estado francés para satisfacer su deuda y pone en peligro el futuro del euro”, concluyen los economistas del banco de inversión holandés.

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