Con Merkel hemos topado. Esta adaptación del popular dicho le viene que ni pintada al primer ministro británico, Boris Johnson, después de la negativa de la canciller alemana de moverse un ápice sobre la cuestión de la salvaguarda con Irlanda del Norte. La nueva propuesta del 'premier' para salirse con la suya y lograr un Brexit ordenado el 31 de octubre se ha dado de bruces contra el formidable muro que supone Angela Mekel. Y el desenlace se ha enturbiado hasta tal punto que muchas casas de análisis hablan de ruptura de las negociaciones.
Noticia relacionada
Johnson, a Merkel: el acuerdo del Brexit es "imposible" por Irlanda del NorteEl acuerdo es "abrumadoramente improbable" a no ser que Irlanda del Norte permanezca en al unión aduanera de la Unión Europea (UE). Así de clara ha sido la canciller germana, lo que deja "muy poco margen para proseguir con las conversaciones" a 22 días del Brexit, señala Artur Baluszynski, Jefe de Investigación en Henderson Rowe. "El resultado más probable es que no haya pacto y ambas partes centren su atención en un juego de culpas y en encontrar al responsable", argumenta.
"El último destello de esperanza se ha apagado y las posibilidades de una salida ordenada se desvanecen", a causa de la colisión sobre Irlanda del Norte entre Reino Unido y la UE, lamenta por su parte Neil Wilson, analista de Markets.com. Pero no todo está perdido y el Número 10 de Downing Street tiene alguna bala en la recámara para lograr que los Veintisiete claudiquen.
La recesión alemana es uno de los posibles ases en la manga del 'premier'. Johnson puede usar a su favor "el sombrío panorama de le economía de la eurozona y, más específicamente, el profundo bache por el que está pasando la primera potencia de los países del euro para lograr concesiones", apunta Nigel Green, consejero delegado de deVere.
El chantaje entra en los planes de Downing Street. Según varias fuentes, Londres está preparado para que no se produzca el acuerdo e iniciar una campaña de desprestigio contra la UE, lo que aún añadiría más leña al fuego del frenazo económico en las potencias comunitarias. Además, "los líderes europeos están abandonando la idea de que la eurozona podría manejar un Brexit duro", agrega Green y, en cambio, cada vez cala más la idea de que "el divorcio caótico será el golpe de gracia que enviará a los socios comunitarios a una larga recesión".
Un escenario sin acuerdo sería nefasto para Reino Unido pero también sería muy perjudicial para una UE en la que suenan las voces de alarma del crecimiento. La locomotora europea da muestras claras de un agotamiento que no le permite levantar cabeza y los expertos están prácticamente convencidos de que se cierne una "crisis larga" sobre Alemania.
Una situación que tendrá consecuencias "a largo plazo para todo el bloque europeo en un momento en que otras grandes economías, como Italia, están pasando por dificultades", señala Green. Asimismo, recuerda que, entre Alemania e Italia, suman "el 40% de la producción económica anual de la zona euro".
En opinión del directivo de la consultora de productos financieros, este hecho "es una poderosa herramienta de negociación que Johnson debe usar tanto para el bien de Reino Unido como para el de la UE". Y añade: "Un fracaso del 'premier' en jugar bien sus cartas y del bloque europeo a la hora de anteponer las duras realidades de sus economías a su orgullo político será una locura extrema y perjudicial para las economías de la UE y Reino Unido".