Los cortes de gas por parte de Rusia a algunos Estados miembro de la Unión Europea, como Bulgaria y Polonia, pueden socavar la unidad que hay entre los diferentes países en un momento en el que la solidaridad y la coordinación son fundamentales, según el último informe de Scope Ratings.
"La decisión de Gazprom de interrumpir el suministro de gas a Polonia y Bulgaria después de que ambos países se negaran a utilizar el mecanismo propuesto por Rusia para el pago del gas supone una escalada significativa en el enfrentamiento energético entre Rusia y la UE", destacan en su estudio. La medida incrementa sustancialmente el riesgo de nuevas interrupciones de suministro de gas a otros países de la UE si también deciden no utilizar el mecanismo propuesto por Rusia, indican.
Desde la entidad ven este comportamiento de Moscú como una represalia aprovechando su superioridad en el tema de la energía. Eso sí, no contemplan un corte prolongado del gas debido a varias razones.
Primero, las empresas energéticas de Alemania, Austria, Hungría y Eslovaquia, que se encuentran entre los mayores importadores de gas ruso de la UE, tienen previsto abrir cuentas en Gazprombank para satisfacer la demanda del Kremlin.
Esta medida ya ha sido tachada por parte de las autoridades de la UE como un incumplimiento de las sanciones impuestas, por lo que tras la reunión de los ministros de Energía de este lunes se prometió dar una mayor claridad sobre qué hacer.
En segundo lugar, un corte del gas debilitaría la posición exterior de Rusia. "Los beneficios provenientes de la energía son una fuente crítica de ingresos en divisas para Rusia, especialmente desde que las sanciones han congelado alrededor de la mitad de las reservas internacionales de Rusia. Actualmente, el país no dispone de la capacidad de infraestructura necesaria para redirigir el gas de los gasoductos del oeste hacia el este", explican.
La capacidad de los ocho gasoductos rusos que suministran gas a Europa es de unos 220bcm/año, casi cinco veces más que la del único gasoducto a China, que, a plena capacidad, alcanzará los 48bcm/año.
Tanto Polonia como Bulgaria han acelerado los proyectos de infraestructura para empezar a sustituir el gas ruso cuando los contratos de gas de ambos países con Rusia expiren a finales de 2022.
Polonia ha diversificado su infraestructura de importación de gas en los últimos años. El país planea sustituir el gas ruso mediante la importación de gasoductos desde Noruega a través del Baltic Pipe, que estará operativo a finales de 2022 con una capacidad de unos 10.000 millones de metros cúbicos (bcm) anuales. Esto sustituiría por completo las importaciones de gas ruso a Polonia, que ascienden a 10.000 millones de metros cúbicos, es decir, aproximadamente el 50% de su consumo interno total.
En el caso de Bulgaria, el riesgo de interrupción del suministro es mayor ya que el país depende de Rusia para casi todo su gas natural. Sin embargo, está en marcha la construcción de un gasoducto que conecte a una terminal de GNL prevista en Grecia y que entrará en funcionamiento en 2023.
"El impacto económico inmediato de los cortes del gas ruso se dejaría sentir a través de la subida de los precios de las materias primas, que se sumaría a las presiones inflacionistas con impacto en los presupuestos de los hogares y de los gobiernos y en la rentabilidad de las empresas", explican.
Estiman que el crecimiento de los Estados miembros de Europa Central y Oriental se desacelere hasta el 2% o el 3% este año, lo que supone una revisión a la baja del 4,6%.
"El anuncio por parte de Hungría, entre otros países, de cumplir las condiciones de Rusia para el pago del gas muestra cómo las exigencias rusas socavan las sanciones de la UE y debilitan la estrategia común. La crisis pone de manifiesto la urgencia de que la UE cree una unión energética que permita a los Estados miembros coordinar mejor sus políticas energéticas y mejorar la seguridad energética del bloque. Esto también aliviaría considerablemente el continuo aumento de los precios de la energía en caso de que se prolongue la interrupción del suministro de gas ruso", sentencian.