Theresa May ha sumado otro agravio a la larga lista de derrotas que acumula su propuesta sobre el Brexit. El Parlamento británico toma el control del proceso de divorcio en la sesión de este miércoles y fuerza a la primera ministra a ser una mera espectadora de los planes que presentarán los diputados para desatascar el futuro de Reino Unido. A tres días de la fecha inicialmente prevista por el artículo 50 del Tratado de Lisboa para desacoplar al país del bloque europeo y con una prórroga que se anticipa insuficiente, May no da por muerto su Acuerdo de Retirada.
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De hecho, los analistas no creen que lo se prevé como una intensísima jornada en la Cámara de los Comunes merme las opciones de que la ‘premier’ llegue a la meta con su plan intacto. La esperanza del gabinete de May es que los diputados que están a favor de un Brexit sin acuerdo den ahora luz verde a su plan ante el peligro de encontrarse con una prórroga ‘sine die’ e incluso con la retirada de la petición para salir de la UE.
“Algunos de los ‘Brexiteers’ que le han hecho la vida imposible parecen tener miedo de perder el control de Brexit, ya que aumenta la probabilidad de un pacto con Bruselas aún más suave, que contemple una unión aduanera o la participación en el mercado único al estilo de Noruega”, explican los expertos de Danske Bank. Los economistas de Berenberg aún son más atrevidos y señalan que, en función de los resultados de lo que en la jerga de los diputados se conoce como “votos indicativos”, el Número10 de Downing Street puede ignorar las propuestas del miércoles y seguir con el plan de May. No descartan desde la entidad alemana que la tercera votación pueda llevarse a cabo esta misma semana.
No obstante, coinciden los expertos de ambas firmas de inversión en que dar un vuelco a las votaciones recientes no es nada fácil. “Los ‘tories’ favorables a establecer una relación futura con ‘los Veintisiete’ que se base en un tratado de libre comercio al estilo de Canadá han reducidos sus incentivos para respaldar a May”, indican desde Berenberg, por lo que no esconden su pesimismo y no dan más de un 10% de posibilidades de que el Acuerdo de Retirada se apruebe en su formato actual. Danske Bank también opina que la primera ministra “seguirá necesitando más apoyos entre los laboristas”.
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Los mercados, no obstante, se centrarán esta jornada en las votaciones que están abierta a las propuestas de los diputados y que pueden abarcar un amplio rango de opciones: el mismo acuerdo de May, una salida sin pacto, otro referéndum, revocar el Artículo 50, un tratado de libre comercio con unión aduanera o permanecer en el mercado único. “El principal problema en el Parlamento es que aún no hay una mayoría clara que dé indicios de hacia dónde está dispuesto a encaminarse”, explican desde la entidad danesa.
Los diputados británicos han pedido a May que tome en consideración alguno de los planes para el Brexit que plantearán este miércoles, pero el Gobierno ya ha recalcado que no está obligado. Asimismo, ha insistido en que el acuerdo de May con la Unión Europea, rubricado en noviembre tras casi dos años de negociaciones, es la única manera de que Reino Unido salga del bloque comunitario, a pesar de que el Parlamento ya lo ha tumbado dos veces.
El motín del lunes es, además, temporal. Su validez expira en cuatro acabe la sesión, ya que la conocida como Enmienda Letwin -por el diputado Oliver Letwin-, sólo da el poder a la cámara para configurar la agenda de votaciones durante una jornada: la del 27 de marzo. No obstante, los expertos de Danske Bank no minimizan su importancia: “El desarrollo de las votaciones es crucial en el corto plazo y sus consecuencias pueden catalizar en la dimisión de May de la que tanto se ha hablado o en unas elecciones generales”.
En definitiva, el siguiente paso no está nada claro y eleva las posibilidades de que el Reino Unido tenga que pedir a la UE un larga prórroga del Brexit si el Parlamento no puede lograr un consenso sobre una de las alternativas a los planes de May y tampoco es capaz de respaldar su propuesta antes del 12 de abril.