Un estudio llevado a cabo por Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) sobre las 14 hamburguesas vegetales de segunda generación a la venta en supermercados -10 refrigeradas y 4 congeladas-, ha revelado que no logran la experiencia cárnica pretendida, calificándolas como una mala calidad proteica.
A pesar de que pueden ir acompañadas de pan, patatas o una ensalada con zanahoria y pepino, sus proteínas procedentes de la soja, el trigo, el guisante o el arroz son insuficientes en comparación con esenciales como la histidina o la lisina. Además, según ha explicado el estudio, las grasas más habituales son de colza, coco o girasol y solo dos productos incorporan aceite de oliva virgen.
Por el contrario, un aspecto positivo que destacan, es que se ha observado una reducción en la cantidad de aditivos, sustituidos por otros ingredientes con colorantes que realizan la misma función, tales como el zumo de remolacha o zanahoria, tal y como explica la revista OCU Salud del mes de junio.
En cualquier caso, las hamburguesas vegetales de segunda generación son productos caros, ya que su precio oscila entre 13 y 26 euros/kg, un coste superior al de la mayoría de las hamburguesas de vacuno del supermercado, según los datos de la investigación. Es más, a excepción de algunos artículos, se trata de productos que no terminan de convencer a los catadores por tener características muy diferentes a las de la carne como son el color, el olor, el sabor o la textura.
Según el estudio de OCU, solo tres hamburguesas obtienen buenos resultados en este apartado: Beyond Burger de Beyond Meat (25,97 euros/kg), Meat free 4 traditional burgers de Fry`s (14,77 euros/kg) y Burger vegana de Next Level Meat (11,41 euros/kg).
Cabe destacar que las dos últimas cuentan con resultados mejorables en higiene y valor nutricional respectivamente. Por esa razón, desde la Organización de Consumidores y Usuarios advierten de la importancia de seguir las indicaciones del etiquetado para evitar futuros riesgos alimentarios.
