• El negocio está avaluado en casi medio billón de dólares
  • Su fuerza está en el mercadeo de los luchadores como marcas
Lucha libre, wwe

El negocio de WWE, cuyo actual dueño es Vincent K. McMahon, surgió con fines de ser una organización de lucha libre tradicional, pero se ha convertido en un mundo de entretenimiento que lo ha hecho ganar millones de dólares. Este domingo se hará Wrestlemania, su evento más importante durante los últimos 31 años.

Nació en 1952 en manos de Jess McMahon, fanático de la lucha libre que le heredó el negocio a su hijo Vincent K. Sin embargo, el hijo de Vincent J, Vincent K. Mc Mahon, pronto entendió que el negocio estaba en hacer entretenimiento, por lo que en 1982 compró la compañía y le dio un vuelco. Lo primero que hizo fue acabar con la regionalización inédita que existía y vender cintas de las peleas en todo Estados Unidos. A eso le sumo la creación de Hulk Hogan como un gran personaje e historias llamativas.


De ese modelo y su evolución de personajes hasta hoy, la empresa, que ha cambiado de nombre hasta llamarse WWE, ha logrado consolidarse como una de las organizaciones de entretenimiento deportivo más importantes en Estados Unidos, que el año pasado tuvo un récord de ingresos de 540 millones de dólares. Eso sí, con el detalle de que el 25 por ciento de esa cifra se logró por fuera de Estados Unidos.


La WWE tiene grandes seguidores en Latinoamérica, Asia y Europa. Por ejemplo, en noviembre del año pasado visitaron Madrid con gran éxito. Precisamente por esa repercusión internacional decidieron crear WWE Network, que superó el millón de suscriptores en 170 países con apenas 11 meses desde la creación de ese sistema. Además, renegociaron sus contratos de televisión con lo que recibirán mejores dividendos en la distribución. En 2015 hasta febrero, se ha incrementado un 33 por ciento.

Tuvo un récord de ingresos de 540 millones de dólares, pero el 25 por ciento de esa cifra se logró por fuera de Estados Unidos


Dentro del storyline creado y las luchas preparadas, se ha buscado que los programas de televisión sean posibles de ver por todo público, pero con guía parental. Eso hace que su merchandising vaya dirigido también a los más jóvenes y que los luchadores no sean solo atletas, sino figuras públicas.


Precisamente, varios de los que serán protagonistas en Wrestlemania 31, el próximo domingo, han hecho promoción en entrevistas por múltiples programas de televisión en Estados Unidos. Esos luchadores tienen diferentes categorías y, a pesar de la explotación de la marca que representa cada uno con el fin de promoción de la organización, los salarios de ninguno supera los dos millones de dólares anuales.


Según su popularidad están los Top Faces (los más populares que ganan entre uno y dos millones), los Main Eventers (500 mil y un millón), Upper Midcards (250 a 500 mil), Midcards (100 y 250 mil) y los Undercards (50 y 100 mil). Cada uno recibe un 10 por ciento de ganancias de las mercancías que venden, pero deben pagar su salud, sus traslados y hospedajes y demás gastos. Todo así en los eventos se haga promoción de la empresa.

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Y es así como ha crecido con los años Wrestlemanía, al punto de convertirse, según Forbes, en la octava marca deportiva más valiosa del mundo, por encima de Daytona 500 o el Derby de Kentucky. No contentos con eso, en la WWE se interesan también por la venta de DVDs y han creado videojuegos y juegos descargables como aplicaciones móviles, WWE Inmortals, que ha sido descargado 7 millones de veces desde su lanzamiento.


También tienen WWE Studios, con lo que han proyectado a varios de sus luchadores como actores en películas. Ahora, manejan un acuerdo para hacer una película con Los Picapiedra dentro del mundo de la lucha libre. En otros canales de televisión también han puesto a otros de sus personajes en otros programas, como es el caso de Total Divas, reality de las mujeres luchadoras que se transmite en el canal E! Network, con lo que diversifican su audiencia.

Wrestlemanía, al punto de convertirse, según Forbes, en la octava marca deportiva más valiosa del mundo, por encima de Daytona 500 o el Derby de Kentucky


Cuando han aparecido compradores se ha mencionado que la empresa está avaluada en medio billón de dólares, aunque sus representantes simplemente recuerdan que a quien quiera tener participación en el negocio puede comprar las acciones que se negocian en Wall Street, que vale 16,35 dólares por acción, con un crecimiento de 1,62 por ciento. Han llegado a tener precio de hasta 31 dólares.


Los precios para los espectadores de Wrestlemania 31 en el escenario están entre 900 y 5500 dólares, valor que parece excesivo pero que simplemente hace parte del mundo de dinero que se mueve alrededor del espctáculo de la lucha libre de la WWE.

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