- El juicio tuvo lugar el 30 de octubre tras una larga investigación
- La menor, de origen chino, fue asesinada el 21 de septiembre del 2013
Los padres de la menor Asunta Basterra, Rosario Porto y Alfonso Basterra, han sido condenados a 18 años de prisión por el asesinato de la pequeña de origen chino. El delito exacto de la condena ha sido el de asesinato con la concurrencia de la agravante de parentesco.
Según ha informado Faro de Vigo, este jueves lo ha señalado la sección sexta de la Audiencia Provincial de A Coruña, con sede en Santiago. Es importante recordar además que el pasado 30 de octubre tuvo lugar el juicio donde los padres fueron declarados culpables por un jurado popular.
La menor fue asesinada el el 21 de septiembre de 2013
La pena de 18 años es la que solicitaba la fiscalía mientras que la acusación popular pedía 20 años de prisión. La niña fue asesinada el 21 de septiembre de 2013 y la hallaron su cuerpo en la localidad gallega. Durante la investigación ha habido varias pruebas que indicaban indicios del asesinato y contradicciones.
Además, varios docentes del centro escolar de Asunta declararon que la pequeña acudía prácticamente drograda a la escuela. Por su parte, el padre se aferró a su versión de los hechos y durante sus declaraciones insistía en que había estado en su casa en la jornada que ocurrió el suceso. Sin embargo,
El AND de Basterra fue localizado por la Guardia Civil en un cojín hallado en el maletero del coche de Porto, el mismo que tenía rastros de perfil biológico de la madre en el asiento del conductor y AND de la víctima en el fluido encontrado en la moqueta de la parte trasera, de donde habían desaparecido las alfombrillas.
Además, el análisis de las cuerdas naranjas halladas cerca del cuerpo de Asunta permitió determinar que éstas "coinciden en propiedades físicas y composición química" con las recabadas en la vivienda de Rosario Porto en Montouto. Así, se encontraron restos biológicos de Rosario Porto en una mascarilla recogida de una papelera en Montouto, donde apareció una cuerda naranja y dos manojos de papel, uno con el ADN de Asunta y otro con una mezcla del de la niña y del de su madre.
Incluso cuando había algunos cabos sueltos, lo cierto es que el jurado popular se reunió y se recluyó de la opinión pública durante varias jornadas para poder determinar un veredicto correcto. Finalmente, llegaron a la conclusión y por unanimidad a que los padres eran culpables del horrible delito.
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