El Ministerio de Sanidad ha impuesto que el uso de mascarillas en hospitales y centros sanitarios sea obligatorio debido al aumento de la incidencia de las enfermedades respiratorias en el país. No obstante, su uso pasará a ser recomendable en las CCAA en las que baje la incidencia durante dos semanas.
El aumento de los ingresos hospitalarios de las últimas semanas ha provocado que el Gobierno tome esta decisión. La puesta en marcha de esta norma no necesitará su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
La ministra de sanidad, Mónica García, trasladó este martes la importancia de que aquellas comunidades que no habían implantado aún esta medida tomen consciencia dada la tendencia en alta de la saturación de los centros hospitalarios y de Atención Primaria.
Cataluña, Comunidad Valenciana, Aragón, Murcia, Asturias, Canarias y Murcia ya contaban con esta media. El resto de comunidades tales como la Comunidad de Madrid se oponía tachando esta decisión como "exagerada".
Este mecanismo de implantación de medidas sin necesidad de su publicación en el BOE ya se utilizó durante la pandemia en relación con las pautas que se establecieron para el ocio nocturno.
García ha expresado este miércoles en una rueda de prensa convocada para explicar las medidas que "nos vamos a ir adaptando a la situación epidemiológica general". "El Ministerio se hace cargo de esta evolución desigual en las comunidades de la epidemia, a la vez que sigue dando ese aval jurídico necesario a aquellas que necesitan más tiempo para descender", ha dicho.
Quedan fuera de la obligatoriedad del uso de mascarilla las residencias y las farmacias.
