Este martes entra en vigor la modificación de la ordenanza que cierra hasta 2.000 ampliaciones de terrazas en las calles de Madrid y 23 en Zonas de Protección Acústica Especial en los barrios de Gaztambide y Azca.
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Las terrazas que siguen vigentes tendrán la posibilidad de seguir dos años más funcionando, pero tendrán que ajustarse a tres criterios y a las nuevas sanciones que recoge la ordenanza, además de ir eliminando progresivamente las estufas de gas.
El primer criterio tiene que ver con la consideración de zona de alta ocupación, para aquellas que se encuentren en aceras con un ancho de máximo seis metros y su tamaño supere el 33% de la superficie ocupada. En el caso de que supere los seis metros de ancho y la terraza ocupe el 40% de la acera, también será zona de alta ocupación.
El segundo criterio se refiere a la determinación de zona saturada, es decir, que haya un alto volumen de tránsito de peatones. La ordenanza dictamina que un área está saturada o tensionada cuando por la acera en la que se encuentre la terraza pasen más de 33 personas por minuto.
El tercer criterio hace referencia a la cuestión ambiental. Las terrazas que se encuentren en un radio de 150 metros en torno a centros sanitarios, servicios de urgencias o residencias de mayores, se encuadrarán dentro de las zonas saturadas.
Las terrazas de la capital estarán condicionadas por las clasificadas 'zonas saturadas' y su determinación por estos tres criterios, que de aplicarse podrán seguir funcionando dos años más.
